El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha desestimado el recurso de un hombre que fue condenado por la Audiencia Provincial de Segovia a 13 años de prisión por abusar sexualmente de sus dos hijas menores, de 13 y 11 años de edad, desde el 2012 al 2014. 

De igual modo, el alto órgano judicial ha confirmado la condena, la cual es de cinco años por el delito de abuso sexual a la menor de 13 años, así como a la prohibición de acercarse y a comunicarse con la otra hija de 11 años durante un periodo de cinco años y a ocho años de prisión por un delito continuado ya descrito de agresión y abuso sexual y a la prohibición de acercase y comunicarse con la hija mayor durante 10 años. 

Los hechos se remontan al año 2012, cuando el condenado, de origen marroquí, aprovechando que su mujer se encontraba trabajando, mandó a su hija menor y a su hermano salir de casa, mientras la niña de 13 años permanecía duchándose. En ese momento, aprovechó para acudir hasta el baño donde se encontraba, lugar donde comenzó a tocarle los pechos y a decirle que la iba a enjabonar y "que no diga nada a nadie", según refleja la sentencia a la que ha tenido acceso tu periódico.

Estos comportamientos se extendieron al año siguiente, en el 2013, cuando durante el verano, aprovechando la marcha de la madre a trabajar otra vez, llamó a su hija de 13 años para que fuera al salón. Allí, tras obligarla a que le diese un abrazo, comenzó a hacerla tocamientos, hasta que en un momento dado se bajó los pantalones y los calzoncillos mostrándole el pene y obligándola a que lo tocase. En sucesivas ocasiones del citado año se introdujo en su cama en diferentes días mientras dormía para realizarla tocamientos.

A partir de 2014 intentó a hacer lo mismo con la otra hija menor, por aquel entonces de 11 años, pero esta se negó hasta en dos ocasiones y acabó contándoselo a su madre. Tras ello los trámites de divorcio del matrimonio. Sin embargo, no fue hasta cuatro años después, en 2018, cuando la primera de las menores le contó lo sucedido años atrás, algo que desembocó con la denuncia de los hechos por parte de la madre.

El acusado también ha sido condenado a pagar 3.000 euros en concepto de indemnización a la hija de 11 años y 60.000 euros a la de 13.