Castilla y León

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Segovia

Las cuatro Becas de investigación concedidas por la Diputación responden a las propuestas del Instituto Manuel González Herrero

24 agosto, 2021 13:22

Dos meses después de su convocatoria, el Boletín Oficial de la Provincia publicó ayer la resolución de una nueva edición de las Becas de Investigación de la Diputación planteadas desde el Instituto de la Cultura Tradicional Segoviana Manuel González Herrero con el fin de ahondar sobre el patrimonio de la provincia, partiendo de su origen en relación con sus manifestaciones, sus ritos, sus costumbres o sus maneras de aprovechar el territorio.

Con una dotación de 32.000 euros a distribuir de forma equitativa entre cuatro proyectos -uno más que en años anteriores-, las becas se planteaban en esta nueva edición bajo una temática libre, en la que serían valoradas con mayor puntuación aquellas propuestas vinculadas a las huertas tradicionales, la vid y las bodegas, la gastronomía tradicional, las haciendas tradicionales y las construcciones en piedra seca; temas a los que finalmente atienden todos los proyectos seleccionados.

Así, en primer lugar, la investigación propuesta por Francisco Javier Monge, Jesús Álvaro y María Alicia Gómez responde al título ‘Estudio de las bodegas tradicionales de la provincia de Segovia’ y, según plantean los propios beneficiarios, pretende “ayudar a entender la importancia que el vino y sus construcciones asociadas tuvo en la provincia de Segovia a lo largo de los siglos”.

El trabajo utilizará la demarcación de las cinco grandes comarcas en las que queda dividida la geografía segoviana para la selección de varios barrios de bodegas en un muestreo que permita establecer las similitudes y diferencias existentes en cada territorio y, a partir de ahí, escoger otros tantos ejemplos de estas construcciones que ayuden a definir unas características generales y representativas de las mismas.

Por su parte, el grupo de investigación formado por Ana Teresa López, Víctor Manuel Cabañero, Noelia Santamaría y Vanesa Ortega estudiará el patrimonio agrario segoviano y las huertas históricas, enfocándolo, tal y como exponen en su planteamiento, desde un punto de vista holístico, dinámico y colaborativo, que abarca desde los recursos ecosistémicos, culturales y políticos, hasta los procesos históricos y los escenarios de futuro, sin olvidar los agentes sociales implicados. El proyecto de estos cuatro investigadores se centrará en las huertas de Caballar, las de Valle de Tabladillo, las de Sepúlveda y las huertas conventuales del Valle del Eresma, del Monasterio de San Vicente el Real y del Parral.

También los huertos serán objeto de estudio de Candela Sánchez, única adjudicataria de las becas en afrontar su proyecto en solitario, quien, bajo el título de ‘El cultivo de las relaciones sociales en los huertos tradicionales de Segovia’ espera poder abordar la dimensión relacional de los huertos en el Valle del Eresma, tratando de “determinar la dialéctica entre las relaciones establecidas por los hortelanos, en función de la trayectoria vital de los mismos, la finalidad de la práctica que llevan a cabo o las representaciones que producen de los espacios en los que confluyen”.

Por último, el equipo constituido por Ion Fernández y María Núñez utilizará su beca para estudiar de manera etnográfica las infraestructuras menores de piedra seca, como los muros, los bancales, los caminos, los hitos, los abrevaderos o las acequias, entre otros. 'Ecologías de la piedra seca: cultura del territorio en la cañada real soriana occidental' plantea, a través de una serie de hipótesis basadas en la relación entre estos elementos y su potencial actual, que la cultura que envuelve su construcción constituye un saber prometedor para el espacio rural segoviano y su desarrollo sostenible.

Al igual que en convocatorias anteriores, en las que se han estudiado desde los crímenes y castigos en la Edad Media hasta la creatividad y la etnografía en la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, pasando por el papel de los alimentos en las fiestas patronales o de las campanas religiosas, los adjudicatarios de esta octava edición de las becas dispondrán de un año para completar sus proyectos, que pasarán a formar parte de la colección Becas de Investigación publicadas por la institución provincial.