La Junta de Castilla y León ha bajado a nivel 0 de gravedad el fuego de Candelario, en la Sierra de Béjar, que se introdujo en la provincia de Salamanca por la parte de Cáceres.
El incendio se encontraba ya estabilizado el jueves y este viernes por la tarde han rebajado su nivel al "desaparecer las causas que motivaron la declaración del IGR 1".
El fuego, según han explicado, ha tenido la mayor parte de su territorio en el territorio extremeño, por lo que la afección en Salamanca "parece más bien pequeña", tal y como dieron ayer a conocer desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta.
Aunque las llamas han obligado a desplegar un importante dispositivo de extinción en la zona limítrofe con Extremadura, los esfuerzos se han concentrado especialmente en el frente que avanzaba por zonas de difícil acceso.
Durante la mañana del jueves, localizaron dos focos activos en la vertiente salmantina, uno de ellos con mayor intensidad, lo que obligó a reforzar la vigilancia mediante vuelos continuos de medios aéreos y el trabajo constante de cuadrillas terrestres.
En ese entorno montañoso, donde la maquinaria pesada no ha podido introducirse, las labores de extinción se centraban por completo en la coordinación entre equipos terrestres y aéreos, que actuaban en paralelo para controlar los puntos calientes y asegurar el perímetro.
El operativo desplegado por la Junta trabajaba en mando unificado con el dispositivo Infoex de Extremadura, manteniendo una comunicación constante entre el Puesto de Mando de La Granja, en Salamanca, y el Hotel de Coordinación de Cáceres.
Además, un técnico de enlace de Infocal permanecía desplegado en la zona para coordinar las actuaciones, especialmente en los sectores de Hervás y Candelario, donde se concentraba la intervención principal.
Los esfuerzos siguen activos para evitar rebrotes y poder dar por controlado el incendio en su totalidad en las próximas horas.
