“Nuestra democracia venció a quienes quisieron destruirla”: Carbayo reivindica el legado de Miguel Ángel Blanco

La Plaza Mayor de Salamanca, el mismo lugar que cada día acoge turistas, paseantes y terrazas bulliciosas, ha sido hoy escenario de un homenaje tan sencillo como contundente: un minuto de silencio en memoria de Miguel Ángel Blanco.

El joven concejal de Ermua asesinado por ETA hace ya 28 años. Y con él, un recuerdo colectivo a todas las víctimas del terrorismo.

Han pasado casi tres décadas, pero la herida sigue doliendo. Y, sobre todo, sigue exigiendo memoria.

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Así lo ha expresado el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, que ha presidido el acto institucional acompañado por miembros de la Corporación Municipal, representantes de distintas administraciones y numerosos ciudadanos que se han sumado a la cita.

“Hoy es un día para no olvidar. Porque lo que ocurrió aquel 13 de julio de 1997 no puede repetirse. Nunca”, ha comenzado.

Carbayo ha recordado con emoción, y con contundencia, lo que supuso aquel crimen en la conciencia de un país entero.

“Fue uno de los asesinatos más viles y crueles de ETA. Pero también fue un punto de inflexión. Aquello que llamamos el espíritu de Ermua fue una reacción espontánea, masiva, valiente. Gente en la calle, sin miedo, con las palmas de las manos abiertas, gritando ‘¡basta ya!’. Aquello marcó el principio del fin de la banda”, ha señalado.

El regidor ha subrayado que la democracia no solo resistió, sino que venció. “Frente a quienes quisieron doblegarla con el terror, venció nuestra libertad, venció el pueblo. Pero esa victoria no nos exime de seguir recordando”.

Durante su intervención, ha puesto cifras al dolor: más de 850 personas asesinadas y más de 7.000 víctimas.

“Muchos de ellos eran miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Otros eran niños. O civiles que simplemente representaban la convivencia. La memoria es lo mínimo que les debemos”.

No ha querido olvidar tampoco el nombre de su ciudad. Salamanca tiene, ha dicho, más de veinte víctimas del terrorismo. Y algunas familias, 28 años después, siguen sin saber quién fue el asesino de sus hijos, hermanos o padres.

“Eso duele. Y es también una forma de injusticia que no se puede pasar por alto”.

García Carbayo ha aprovechado para poner en valor el compromiso de la ciudad con la memoria.

“Salamanca ha sabido estar al lado de las víctimas. Lo hemos hecho con actos como este, pero también con gestos permanentes: una calle con su nombre, un mural cerca del Julián Sánchez ‘El Charro’, o una glorieta dedicada al coronel Antonio Heredero Gil".

“Si dejamos de hacer actos como este, si dejamos que su memoria se diluya, estaremos abriendo la puerta al olvido. Y eso no lo podemos permitir. Salamanca siempre estará al lado de las víctimas del terrorismo. Se lo debemos. Y se lo queremos seguir dando todo”, ha concluido el alcalde.