Procesión de la Hermandad del Silencio en el barrio de Pizarrales de Salamanca

Procesión de la Hermandad del Silencio en el barrio de Pizarrales de Salamanca Jesús Formigo ICAL

Salamanca

Pizarrales acoge el silencio de una de las procesiones más largas de la Semana Santa salmantina

La Hermandad del Silencio protagoniza un recorrido de cuatro kilómetros en la tarde del Sábado Santo

16 abril, 2022 18:08

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Bajo el calor y el cielo despejado de esta tarde de Sábado Santo, la Parroquia de Jesús Obrero de Pizarrales acogió la procesión de los barrios por excelencia en la ciudad de Salamanca. La Hermandad del Silencio congregó a cientos de personas en los alrededores del templo a las cinco de la tarde, expectantes de volver a ver salir por las puertas de la iglesia las tallas del Cristo de la Vela, obra anónima de 1920, y Nuestra Señora del Silencio, de Enrique Orejudo, datada en 1990.

Después de tres años sin desfilar, la pandemia sigue haciendo mella entre los cofrades de la Hermandad del Silencio, debido a la falta de costaleros para portar sus pasos. Por ello, desde la cofradía hicieron un llamamiento a través de la Junta de Semana Santa, pidiendo 25 personas para ayudar a los costaleros, y gracias a la colaboración de otras hermandades lograron cumplir sus expectativas. Además, desde la Hermandad Universitaria prestaron túnicas para que los voluntarios pudieran llevar hábitos negros, acordes a la vestimenta del resto de hermanos. 

La salida de los pasos volvió a ser uno de los momentos más cruciales. Tras el comienzo de los más jóvenes, quienes portaron a hombros el paso de la Palabra, junto a los más pequeños, que desfilaron con la corona de espinas roja sobre un paño blanco, descendieron por los 15 empinados escalones del tempo las tallas. Los hermanos cofrades bajaron en perpendicular, ante la expectación de los vecinos, que observaron un año más entre aplausos la salida de las tallas más representativas de los obreros en la Semana Santa salmantina.

Los nazarenos, vestidos con túnica negra, y un escapulario bordado con el emblema de la Hermandad, iniciaron el recorrido más largo de las procesiones de la capital del Tormes. Acompañados de la música de la agrupación Virgen de la Vega y de la Banda Tomás Bretón, encaminaron su paso hasta la Plaza Mayor, con la peculiaridad de no pasar por la Catedral, para volver de nuevo hasta la Parroquia de Jesús Obrero de Pizarrales.