Imagen del acto de hermanamiento entre Cervera de Pisuerga y Villablino
Dos pueblos unidos por la memoria, la minería y la hermandad: "Hacemos esto con el pecho encogido"
La localidad palentina y la leonesa han procedido a un hermanamiento cargado de simbolismo, en el que el pasado y el presente se han unido.
Más información: Cervera de Pisuerga, naturaleza en el corazón de la Montaña Palentina
La celebración del Día de Santa Bárbara ha tenido este año 2025 un significado especialmente profundo para Cervera de Pisuerga. En una jornada marcada por el recuerdo, el reconocimiento y la emoción.
El municipio palentino ha formalizado su hermanamiento con la localidad leonesa de Villablino, consolidando un vínculo que hunde sus raíces en la historia común de las cuencas mineras y en la identidad compartida de sus pueblos.
Una delegación formada por cinco mineros veteranos de Cervera: Avelino García, Melchor Romero, Antonio Coya, Luis Ángel Barreda y Víctor Primo, ha viajado hasta Villablino para participar en un acto de homenaje que congregó también un nutrido grupo de mineros lacianiegos nacidos en el año 1955.
El encuentro, cargado de simbolismo y gratitud, rindió tributo a la entrega, el sacrificio y la fortaleza de quienes dedicaron su vida a la mina, compartiendo un abrazo intergeneracional que recordó el valor de una profesión que marcó profundamente la vida de estas comarcas.
El acto fue inaugurado en el Ayuntamiento de Villablino por su alcalde, Mario Rivas, quien expresó con emoción lo vivido en las últimas jornadas: “Hacemos esto con el pecho encogido”.
Sus palabras, seguidas con atención por los asistentes, evocaron el difícil presente que atraviesan las cuencas mineras, al tiempo que defendían la importancia de preservar su legado material e inmaterial. Rivas subrayó que este hermanamiento, que el pasado año ya unió a Villablino con Igüeña, se “expande ahora al municipio palentina de Cervera de Pisuerga que, como Laciana, ha demostrado una resiliencia ejemplar incluso ante los recientes incendios que han golpeado la zona”.
Por su parte, el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, trasladó su profundo agradecimiento por la invitación al Festival del Fisuelo y el gesto de fraternidad mostrado por la localidad lacianiega.
Durante su intervención, destacó que, aunque tres horas de autobús separen físicamente a ambos municipios, “nos une todo lo demás. Una historia común de minería y ganadería, un carácter forjado en el esfuerzo y una voluntad inquebrantable de permanecer en la tierra que nos vio crecer”.
Ibáñez evocó también historias compartidas que refuerzan aún más ese lazo común. En su discurso, quiso asimismo poner en valor la capacidad de nuestras comarcas para afrontar los retos del presente y del futuro: “Partimos con un músculo que otros no tienen. Si se nos da esperanza y recursos, aquí hay potencial.”
La firma de este hermanamiento simboliza, en definitiva, un compromiso compartido con la memoria, la identidad y la esperanza de las cuencas mineras. Es un paso adelante para seguir construyendo puentes, reforzar los lazos comunitarios y encarar el porvenir desde la cooperación y el respeto mutuo.