Otra jornada interesante la vivida en Palencia, donde nos juntamos diecinueve para el contundente almuerzo ofrecido por Carlos Martín Santoyo. En esta ocasión el condumio y el bebercio fue en el Hotel Castilla la Vieja, en pleno centro de la capital palentina.

Los invitados de Santoyo en el día de ayer fueron numerosos y de variados estamentos como el hostelero: Hotel La Barrosa (Abejar), con Miguel Ángel Teresa y Marta Manchado. Asador Cossío (Mojados), con Pedro de Frutos y su bella hija Paula. Brasería Molino Rojo (Valladolid), con los hermanos San Juan. No faltó la medicina con los doctores Ibáñez, con su esposa Virginia (Palencia), Mateo y Álvarez (Valladolid), mi amigo Javi Martin y la gente de la casa (La 8 y Diario Palentino) con Santoyo a la cabeza.

Tras los cafés nos dirigimos a 'La Cordobesa' para la consabida copa y la foto de familia, que la hicimos en la terraza del popular establecimiento. Y a los toros. Una tarde para recordar, que narraremos más ampliamente tras comentar los platos que degustamos.

El lechazo churro asado fue el plato tercero de un contundente almuerzo

Una ensalada de ventresca, puerro y pimiento asado de Torquemada, que resultó realmente una mezcla muy refrescante de tomar.

El canelón de boletus que vino a continuación tuvo una combinación de sabores muy agradable al paladar.

El lechazo churro asado, con ensalada, fue el remate de la contundente comida, corroborada con una tarta de San Antolín jugosa y delicada.

Tinto ribereño para la mayoría, y verdejo para Santoyo y un servidor, al que le añadí mi consabida gaseosa. Cafés, a por la copa y a los toros. Antes del paseíllo se le rindió un homenaje al torero palentino Marcos de Celis, fallecido en mayo pasado. Intervinieron la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, la hija y un hermano del diestro desaparecido.

 Luque está intratable

A su lote, el mejor de la tarde y de muchas tardes, el sevillano le cortó cuatro orejas y un rabo simbólico porque 'Juncoso', que así se llamaba el nobilísimo  toro, se fue vivo a los corrales para ser trasladado a la finca del ganadero, Joaquín Núñez. allá por tierras de Medina Sidonia, donde disfrutará hasta morir de viejo tras perdonarle la vida.

Daniel Luque estuvo magistral con el toro indultado Emilio Méndez

Fue una faena ajustada, variada e interminable, porque el toro, antes de entrar a chiqueros definitivamente, se volvió de nuevo al ruedo al ver a Luque y, desafiante, embistió con ganas en otra tanda, mientras que la gente se rompía las manos de tantas palmas. Lo había vaticinado mi amigo Javi Martín y se cumplió el pronóstico.

Yo difiero del indulto, porque el animal nunca embistió por abajo. Y en el caballo, cierto es que se arrancó de lejos, pero no empujó con el celo que lo hace un toro bravo. Fue un gran toro porque embistió incansable y con nobleza, pero de ahí al indulto…

Luque, en el tercero, primero de su lote, tuvo mucho mérito arrancarle las series tan buenas a un toro feo de hechuras e incierto en las embestidas, ya que se le coló por dentro varias veces. Pero el de Gerena le hizo las cosas muy bien desde las chicuelinas hasta el estoconazo final. ¡Qué cambio del toro del día anterior al de hoy!

Urdiales, oficio, temple y colocación

No fue fácil la tarde del riojano, que venía a sustituir nada menos que al 'Rey' del toreo actual. Y su lote complicado. Pero el oficio, el temple y la colocación le permitieron al de Arnedo salir airoso de Palencia. Fue ovacionado y premiado con una oreja. Por cierto, hay una foto curiosa en la galería de Emilio Méndez, director del portal mexicano “suertematador.com”, donde se aprecia a un torero coleando a un toro, cuando este derribó estrepitosamente a un picador. Ese torero es Morante.

Diego Urdiales paseó una oreja Diego Méndez

Reseñar que, durante la lidia del primero de los astados de Urdiales, sonó el pasodoble que lleva por título 'Carlos Martín Santoyo'; una composición musical que le hizo hace unos años el maestro y músico abulense Eugenio Gómez.

Morante y sus cosas

No vamos a descubrir aquí y ahora al gran Morante, quién se echó a cuestas las temporadas cuando hubo que dar la cara en épocas de sequía taurina. El público tiene derecho a protestar y a vociferar cuando no recibe lo que pretendía cuando sacó su entrada: ver torear a Morante y los acompañantes. Pero el toro sale, y si no reúne las condiciones como para facilitar el triunfo, o Morante no lo ve claro, el de La Puebla abrevia y punto. La fiesta y Morante son así; o lo amas o lo odias. Pero lo cierto es que Morante de la Puebla es un gran torero. Y hay tardes que sí, y otras que nones…

Morante de la Puebla se fue de vacío

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