El programa “Alumnos de Religión Católica por la dignidad de la persona” que se ponía en marcha el curso 2016-2017 por iniciativa de los profesores de Religión Católica de la Diócesis iniciará mañana este miércoles, 9 de enero, a partir de las 10 horas en el salón de actos del IES Juan del Enzina su tercera edición con el objetivo de profundizar en la problemática de las adicciones.

Se trata de un encuentro que se prolongará durante dos horas lectivas y en el que participarán alumnos de primer curso de Bachillerato de varios institutos de la ciudad, que tendrán ocasión de conocer de primera mano la labor que desarrolla ‘Proyecto Hombre’.

‘Proyecto Hombre’ trabaja desde hace ya dieciocho años, de manera preferente en las Diócesis de Astorga y León, con el objetivo de ofrecer “una atención integral a personas con dependencias adictivas desde el estudio, la prevención y la erradicación de dichas conductas y de las problemáticas añadidas de carácter personal, familia, sanitario y social”.

Con esta actividad que se desarrollará en el IES Juan del Enzina de León se consolida este proyecto “Alumnos de Religión Católica por la dignidad de la persona” que echaba a andar hace ya dos cursos y que en esas dos ediciones ha estado dedicado a abordar la problemática de la trata de personas y del mundo penitenciario. Dentro de tema central de “la dignidad de la persona” en la primera edición de esta iniciativa de los Profesores de Religión Católica, avalada por la Delegación diocesana de Enseñanza y Catequesis de la Diócesis, se dio a conocer el “Proyecto Esperanza” que desarrolla la Congregación de Religiosas Adoratrices para dar respuesta al problema de la trata de personas desde la perspectiva concreta de la trata de mujeres con fines de explotación, fundamentalmente en la prostitución y el servicio doméstico, con trabajos forzados o en condiciones de esclavitud. En la segunda edición de este proyecto de los profesores de Religión Católica de la Diócesis todos los alumnos participantes pudieron conocer de cerca la realidad del mundo penitenciario gracias al testimonio que ofreció un grupo de cuatro internos del Centro Penitenciario de Villahierro.