Agentes de la Policía Local de Burgos detuvieron la madrugada del pasado viernes, 11 de marzo, a una mujer, cuyas iniciales son I.V.T., de 43 años de edad, por un presunto delito de atentado a la autoridad, tras negarse a ser identificada y morder a uno de los agentes, según informaron hoy a Ical fuentes municipales. 

Sobre las 4,20 horas del viernes, efectivos de la Policía Local que se encontraban patrullando por la zona sur de la ciudad, más concretamente en la calle Frías, vieron a un apareja discutiendo junto a un turismo que se encontraba mal estacionado en carril de circulación. Tras interesarse por lo sucedido, tanto el hombre como la mujer rehúsan la ayuda policial y niegan ser los titulares del turismo, por lo que los agentes denuncian al turismo y dan aviso a la grúa municipal.

La Policía Local es conocedora del ‘modus operandi’ de esos conductores que, al encontrarse bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, dejan sus vehículos mal estacionados y esperan a que los agentes se retiren del lugar, por lo que la fuera actuante permanece allí hasta la llegada de la grúa con el fin de evitar que se pueda cometer un presunto delito contra la seguridad vial al conducir bajo los efectos del alcohol, como era el caso.

A la llegada de la grúa, la pareja que inicialmente se había ausentado del lugar regresa, manifestando la mujer que el vehículo es suyo e impidiendo en todo momento la retirada con la grúa. Es en ese momento cuando los agentes cuando solicitan la identificación de estas personas, negándose de manera reiterada y mostrando una actitud agresiva y desafiante, propinado grandes voces.

Cacheo de seguridad

Ante tal agresividad y la insistencia en la negativa a ser identificados, se procede a realizar un cacheo de seguridad encontrando en el varón su documentación y siendo denunciado por faltas de respeto. La mujer impidió que una agente femenina procediera al cacheo, forcejeando e intentando impedir que la grúa se llevara el coche. En el transcurso de los acontecimientos comienza a lanzar patadas y puñetazos, llegando a morder en el antebrazo a uno de los agentes que había llegado en apoyo, por lo que se procede a la detención de la mujer por un presunto delito de atentado contra agentes de la autoridad.