El Tilo y la Tila, en el patio de las escuelas del pueblo de El Arenal

El Tilo y la Tila, en el patio de las escuelas del pueblo de El Arenal

Ávila

El mejor árbol de España está en un pueblo de Ávila: el Tilo y la Tila, testigos de los juegos de cuatro generaciones

Con sus 25 metros de altura y un perímetro de tronco de tres metros, estos ejemplares de la especie Tilia platyphyllos representarán a España en el certamen internacional Árbol Europeo del Año en 2026.

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La provincia de Ávila recibirá el nuevo año con un reconocimiento histórico para su patrimonio natural. La ONG Bosques sin Fronteras ha designado oficialmente al Tilo y la Tila, situados en el municipio de El Arenal, como el Árbol del Año en España 2026.

Estos ejemplares, que presiden el patio de las escuelas, no solo destacan por su imponente valor botánico, sino que se han convertido en el máximo símbolo de unión y orgullo de un pueblo que se ha volcado en esta candidatura.

El triunfo de estos tilos se ha consolidado tras una votación popular en la que han obtenido un total de 6.910 votos. Con sus 25 metros de altura y un perímetro de tronco de tres metros, estos ejemplares de la especie Tilia platyphyllos tendrán la responsabilidad de representar a España en el certamen internacional Árbol Europeo del Año en 2026.

La competición nacional fue especialmente disputada, dejando en segundo lugar al Eucalipto rojo de Paiporta, en Valencia, con 6.167 votos, y en tercera posición al Almez del Parque Bruil, en Zaragoza, que acumuló 2.348 apoyos.

La historia del Tilo y la Tila es, en esencia, la historia viva de El Arenal. Su presencia en el municipio se remonta a 1925, cuando fueron plantados coincidiendo con las obras de construcción de la escuela local.

Desde aquel momento, han transcurrido casi cien años en los que estos árboles han actuado como testigos silenciosos del crecimiento del pueblo, siendo compañeros de juegos y sombra para todas las generaciones de niños que han pasado por las aulas.

Para los vecinos, el vínculo es tan estrecho que muchas familias cuentan ya con cuatro generaciones vinculadas a sus ramas, desde los abuelos que estudiaron bajo su cobijo hasta los bisnietos que hoy juegan entre sus raíces.

Este lazo emocional quedó patente durante la reciente celebración del centenario de la escuela, donde personas de todas las edades compartieron anécdotas vitales que tenían a los tilos como protagonistas.

La decisión de presentar estos ejemplares al concurso nacional nació del deseo de los habitantes de poner en valor su identidad y su amor por la naturaleza, especialmente tras un año complicado marcado por la pérdida de otros árboles majestuosos debido a los incendios forestales en la zona.

Con este galardón, el Tilo y la Tila dejan de ser solo un emblema local para convertirse en un referente de la riqueza forestal y la memoria colectiva de todo el país.