Habitantes del municipio leonés de Santa Colomba de Somoza vestidos con el traje tradicional de los maragatos.

Habitantes del municipio leonés de Santa Colomba de Somoza vestidos con el traje tradicional de los maragatos. Peio García ICAL

Región

El origen de los maragatos, un pueblo con entidad propia en Castilla y León

Fueron comerciantes fiables durante siglos y habitan la conocida como comarca de La Maragatería

5 agosto, 2023 07:00

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Al noroeste de Castilla y León se ubica una comarca que alberga a un grupo étnico con entidad propia y desconocido para gran parte de la población. Al sur de la provincia de León, con Astorga como núcleo urbano de mayor importancia, se sitúa la conocida como comarca de La Maragatería, un mítico territorio poblado desde hace más de 5.000 años y al que deben su nombre sus habitantes: los maragatos.

Los habitantes de la zona la llaman 'País de los Maragatos' y el origen de su nombre es incierto, aunque existen varias teorías al respecto. En un inicio, se pensó que el término maragato venía del latín mauri capti (moros capturados o cautivos), con un origen bereber tras la invasión de la Península Ibérica por los musulmanes en el año 711. Pero no es la única tesis sobre estos pobladores.

También se llegó a establecer un nexo entre el nombre maragato con el rey Mauregato de Asturias, que llevó la corona asturiana entre los años 783 y 789, aunque el catedrático e investigador de la Universidad de León Laureano Rubio vincula el término a los tiempos de los arrieros, cuando los habitantes del municipio leonés de Santa Colomba de Somoza, ubicado en la comarca, ganaron fama como comerciantes de pescado.

En ese sentido, al trasladar los comerciantes de la comarca productos pesqueros desde la zona de Galicia, el mar, hasta la capital de España, Madrid, a cuyos foráneos se conoce como 'gatos', habría llevado al término maragato: "del mar a los gatos". Con todo, la comarca de La Maragatería se siguió llamando La Somoza, del latín sub montia (debajo del monte, por situarse bajo el monte Teleno) hasta entrado el siglo XVI, cuando a los arrieros de la zona comenzó a llamárseles de forma generalizada maragatos.

Un pueblo con costumbres arraigadas bajo un monte mítico

La comarca de La Maragatería se ubica al sur de León y su capital es Astorga, pero alberga una gran cantidad de pequeños municipios. Entre ellos, destacan Santa Colomba de Somoza, Brazuelo, Lucillo, Castrillo de los Polvazares, Luyego, Rabanal del Camino, Val de San Lorenzo, Santiago Millas, Quintanilla, Lagunas o Villalibre de Somoza. 

Se encuentra ubicada entre el monte Teleno, de 2.188 metros de altitud, y que fue considerado un monte sagrado por el pueblo astur, y la ciudad de Astorga, que marca el límite de la comarca. Actualmente, el Teleno es considerado el monte mítico de los maragatos. A día de hoy, los maragatos han conservado costumbres propias y tradiciones y su impronta se deja ver en los municipios que recorren la comarca de La Maragatería.

Imagen de un vecino de Santa Colomba de Somoza vestido con el traje tradicional de los maragatos.

Imagen de un vecino de Santa Colomba de Somoza vestido con el traje tradicional de los maragatos. Peio García ICAL

En el Ayuntamiento de Astorga, por ejemplo, existen dos figuras mecánicas vestidas de maragatos que marcan las horas cada día y que se sitúan en la espadaña central ubicada entre las dos torres del Consistorio. Además, en una de las torres de la Catedral de Astorga se ubica una veleta con la efigie del maragato Pedro Mato, que se ha convertido en un auténtico símbolo de la ciudad.

La gastronomía, la arquitectura popular, las vestimentas y la música tradicional de los maragatos han llegado hasta nuestros días como un auténtico patrimonio etnográfico de las manifestaciones culturales de este mítico pueblo. Algunas de las festividades de los maragatos eran 'La fiesta del arado', 'La boda' o 'La covada' y hay que decir que vivían completamente aislados de otras comunidades del entorno y que practicaban la endogamia.

Unos comerciantes fiables

El hecho de que la comarca fuese especialmente escabrosa y abrupta, y no tuviese las condiciones para ejercer la agricultura, llevó a que los maragatos optaran por el comercio y se convirtieran en arrieros entre Galicia y Castilla, teniendo las salazones como principal producto de intercambio. En un inicio, los maragatos usaban recuas de mulas para transportar los productos que iban a vender pero después empezaron a usar carromatos tirados por mulas y en ese momento se les empezó a dar el nombre de arrieros.

En lo que se refiere a sus rutas, usaban las antiguas vías romanas, especialmente la que transcurría entre Astorga y Lugo y, posteriormente, la Vía de la Plata hacia Madrid. Con el tiempo, fueron modificando sus rutas, aunque se centraron en el norte de España, Asturias, Cantabria, Galicia y Castilla la Vieja.

Los maragatos mantuvieron esta actividad comercial hasta la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX que les obligó a establecerse de manera permanente en puntos de Madrid y La Coruña para seguir con sus negocios comerciales. Se trataba, además, de comerciantes fiables por la forma en que protegían sus cargamentos, dándoseles plena confianza a la hora de transportar mercancías valiosas.

La casa arriera, la chifla y el cocido maragato

Los maragatos tenían su propio tipo de vivienda. En un inicio, se trataba de una casa de sobera cubierta con caña de centeno, de la que aún se pueden observar algunos ejemplos en los municipios de Pobladura de la Sierra y Murias de Pedrero. Posteriormente, en el siglo XVIII, llegaría la conocida como casa arriera, compuesta de un amplio patio central y con todas las dependencias alrededor del mismo.

Imagen de una danza tradicional de los maragatos.

Imagen de una danza tradicional de los maragatos.

Estas viviendas solían ser de piedra y se accedía a ellas a través de una gran puerta conformada por un arco de medio punto. En las fachadas no solía haber ventanas que diesen al exterior y en su patio interior los maragatos solían guardar los carromatos y las mulas que usaban para comerciar. 

Los maragatos tenían un característico instrumento musical: la flauta maragata o chifla. Su aprendizaje iba vinculado a la tradición familiar y va muy ligada al tamboril, siendo habitual en el acompañamiento a los tamborileros de la comarca. En lo que se refiere a la gastronomía de la comarca de La Maragatería, es muy variada pero destaca el archiconocido cocido maragato.

En su origen, este característico plato leonés iba dirigido a alimentar a los trabajadores del campo para el duro día de trabajo y se compone de sopa, garbanzos, berza y siete tipos de carne. En la actualidad, el plato es muy popular en Astorga y en otros municipios de la zona como Santa Colomba de Somoza o Castrillo de los Polvazares.

Una de las características más originales de este cocido es que, en los tres vuelcos, es habitual servirlo al revés, por lo que primero irían las carnes, luego las verduras y finalmente la sopa. Otro de los productos más codiciados de la comarca es su característica cecina. Un pueblo de fiables comerciantes que constituye un auténtico grupo étnico con entidad propia en Castilla y León y que ha llegado hasta nuestros días.