Bosque convertido en cenizas por las llamas en el incendio forestal de Monsagro

Bosque convertido en cenizas por las llamas en el incendio forestal de Monsagro José Vicente ICAL

Región

Acuerdan la extracción de madera quemada de pino en las zonas afectadas por 12 incendios forestales en CyL

Medio Ambiente justifica que una de las consecuencias “más graves” dimanante de estos fuegos es la extrema vulnerabilidad al ataque de plagas forestales de los árboles que han sobrevivido

3 octubre, 2022 09:31

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio acordó la extracción de madera quemada de pino (Pinus spp.) en las zonas afectadas por 12 incendios forestales de este verano en Castilla y León, a excepción de los productos utilizados para las labores de emergencia que se lleven a cabo, según una orden publicada hoy en el Bocyl que ha recogido la agencia Ical.

Así, entra en esta medida el dramático incendio de Losacio (Zamora), que acabó con la vida de tres personas, y que afectó a un total de 17 municipios, de los cuales ahora se efectuará esta saca. Junto a éste, el de Ferreras de Abajo (dos términos municipales), Losacino (tres), Figueruela de Arriba (un único municipio) y Almaraz de Duero (cuatro).

En Ávila se acordó la retirada de la madera de pino en el incendio de San Juan de la Nava (dos municipios afectados), Cebreros (tres) y Santa Cruz del Valle (cuatro); en Burgos, el de Quintanilla del Coco (siete), en León, el de Montes de Valdueza (tres municipios), en Salamanca, el de Monsagro (nueve) y, por último, en Segovia, el de Navafría (tres).

Una de las consecuencias “más graves” dimanante de estos incendios es la extrema vulnerabilidad al ataque de plagas forestales de los árboles que han sobrevivido al efecto del fuego y, en caso de producirse ese ataque, “sus previsibles acciones negativas posteriores sobre las masas forestales próximas”.

Por este motivo, Medio Ambiente considera necesaria la adopción de una serie de medidas dirigidas a evitar este posible problema fitosanitario, especialmente en pinares, por la acción de insectos perforadores, sobre todo escolítidos, que pueden ocasionar graves daños.

La presencia de madera fresca en el monte (troncos o leñas) durante la época de reproducción de estos insectos favorecerá la multiplicación de sus poblaciones, al no ver repelido su ataque por el flujo de resina que emitiría un árbol sano en pie. El incremento de las poblaciones por encima de ciertos umbrales supondrá que insectos normalmente oportunistas sean capaces de atacar pinos completamente sanos.