Imagen del dermatólogo Gerardo Humberto Martín Martín

Imagen del dermatólogo Gerardo Humberto Martín Martín

Región

Los peligros del sol: las graves consecuencias y los trucos para protegernos en verano

El dermatólogo Gerardo Martín asegura que el sol es más intenso entre las doce de la mañana y las cuatro de la tarde, y recomienda "evitar la exposición" 

12 agosto, 2022 07:00

Cada vez que alguien piensa en verano, automáticamente se le viene a la cabeza el estar moreno. Broncear el tono de piel es uno de los objetivos de los ciudadanos una vez llegan estos tres meses. Sin embargo, se olvidan de las graves consecuencias a corto y largo plazo que pueden tener en el cuerpo. El Doctor Gerardo Humberto Martín Martín, de la clínica Dermactual (ubicada en Valladolid), ha explicado a este medio de comunicación algunos de los riesgos de sobreexponerse al sol.

“Las quemaduras son un problema. La gente cree que eso se convierte en moreno, pero, tristemente, se acaban quemando y es la radiación más dañina para la piel”, explica Martín. Asimismo, informa de que es más intensa en las horas centrales, entre las 12 de la mañana y las cuatro de la tarde. Por tanto, se “recomienda evitar la exposición entre estas horas para intentar prevenir los efectos adversos”.

Los rayos UVA también son un recurso frecuente en las personas que desean ver un tono moreno durante todo el año. El dermatólogo alerta: “Tenemos que evitar el bronceado en estas cabinas, la protección contra los efectos dañinos del sol es de 5 a 10 veces menor que la del bronceado natural”.

Cómo protegernos correctamente del sol

Lo más importante es evitar la exposición directa al sol. El dermatólogo revela un truco: “Una forma fácil para ver si estamos en una hora de alta intensidad de radiación solar es observando nuestra sombra, si es más corta que nuestra altura, estamos en un momento en el que la intensidad de rayos ultravioleta es muy elevada” y, por ende, debes evitar estar demasiado tiempo expuesto, aclara el doctor Martín.

Otra de las medidas está en la ropa. Nos da una “buena protección” y debe tener un tejido “grueso y tupido”. Las gafas de sol y el sombrero ancho nos “da una cobertura adicional ideal para proteger áreas sensibles como la cara y el cuello”.

Sin duda, la medida estrella es la crema solar. “Se deben aplicar de manera homogénea y abundante por todas las zonas de la piel expuestas y repetirla cada dos o tres horas. El factor siempre debe ser el más alto”, explica el dermatólogo.

Consecuencias a largo plazo

Pese a que los dermatólogos consideran que las personas están cada vez más concienciadas sobre el sol y sus consecuencias, aún sigue existiendo la “cultura de considerar bella a una persona por su piel bronceada”. Este motivo es el que dificulta en exceso que se “elimine el hábito de exponerse de manera excesiva al sol”.

A largo plazo existen graves consecuencias como el fotoenvejecimiento. Se trata de un “daño crónico y progresivo” que va causando el sol en la piel, “generando un envejecimiento acelerado de la misma”. A la pregunta: ¿cómo se manifiesta?, el dermatólogo nos responde: “Las personas que padecen este problema, normalmente, observan manchas en su piel de color marrón, rojas e incluso blancas, de forma redondeada”. Asimismo, aclara que las manchas marrones son las más “frecuentes”.

Otro de los problemas que suelen aparecer son las arrugas, que se deben a la "pérdida de elasticidad por daño en las fibras elásticas". Y, sin duda, lo peor es el cáncer de piel. Muchos expertos aseguran que este tipo de melanomas se desarrollan sobre todo en "personas de piel y ojos claros con dificultad para broncearse y que han sufrido quemaduras solares, fundamentalmente en la infancia o adolescencia".

Cada vez más se hablan de la alergia al sol. El dermatólogo aclara que, como tal, esa denominación no existe, pero es cierto que hay "patologías que derivan de la interacción entre nuestro sistema inmune y la luz solar".

“Hay gente que tiene hipersensibilidad a la exposición solar. Suele ocurrir en primavera o inicios del verano, cuando el cuerpo reacciona mal a un exceso de exposición del sol. Esto puede ir mejorando a medida que transcurre el verano y nos vemos más expuestos a los rayos solares, consiguiendo esa tolerancia”, explica el doctor.