
Celebración del Día de Villalar el 23 de abril de 2016. / ICAL
Región
Villalar, 45 años de una fiesta para presumir de Comunidad
El Día de Castilla y León se celebró por vez primera en 1976 de forma ilegal y fue disuelto por la Guardia Civil, para ser finalmente legalizado al año siguiente
23 abril, 2022 07:00Noticias relacionadas
La fiesta que cada 23 de abril se celebra en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, es sinónimo de orgullo y defensa de la identidad de una comunidad autónoma histórica y que fue fundadora de la España moderna. Durante esa jornada, decenas de miles de castellanos y leoneses se congregan en las carpas habilitadas en el municipio y disfrutan de conciertos, espectáculos, comida y bebida, algo unido al carácter reivindicativo que durante décadas ha caracterizado a esta celebración. Pero no siempre fue así.
La festividad de Villalar es relativamente reciente, ya que no sería legalizada su celebración hasta 1977, en plena Transición, y no sería establecido el 23 de abril como día oficial de la Comunidad hasta la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en febrero de 1983. Con todo, los ciudadanos castellanos y leoneses, ávidos de conmemorar tan simbólico día, intentaron congregarse en la localidad algunos años antes.
Los precedentes: de 'El Empecinado' a la Guerra Civil
Los antecedentes de la conmemoración de los acontecimientos que tuvieron lugar en Villalar el 23 de abril de 1521 hay que situarles 300 años después, en 1821, en un momento convulso para España. En ese momento, el vallisoletano Juan Martín Díaz 'El Empecinado', natural de la localidad de Castrillo de Duero y héroe de la Guerra de la Independencia (1808-1812), promovió una expedición para buscar los restos mortales de los líderes comuneros: Juan Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado, que culminó con un homenaje en la plaza principal de la localidad.
El siglo XIX vivió un auge del liberalismo y el nacionalismo a nivel mundial que se reflejó en España y también en Castilla, con la recuperación de la figura de aquellos rebeldes que promovieron la que es considerada una de las primeras revoluciones burguesas de la Edad Moderna. Padilla, Bravo y Maldonado se convirtieron, pues, en referentes de toda una generación de españoles que intentaban, en ese momento, promover una reforma en un país aún atrasado con respecto a la media europea.
Varias décadas después, durante la Guerra Civil Española, el homenaje a los comuneros se vio reflejado en la creación del 'Batallón Comuneros de Castilla' en las filas republicanas, que tenía como misión en la contienda liberar las provincias de Salamanca y Ávila del dominio de las tropas franquistas, algo que finalmente no conseguirían. Tras la derrota de abril de 1939 y el inicio de la dictadura franquista, el recuerdo de la obra de los comuneros comenzaría a quedar difuminado.
El Villalar reprimido de 1976
La muerte de Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, abrió una ventana de oportunidad a las reivindicaciones democráticas y autonomistas y esto tuvo su reflejo también en Castilla. El 25 de abril de 1976 el Instituto Regional de Castilla y León, asociación surgida dos meses antes, convocó la primera concentración autonomista en Villalar de los Comuneros, que fue prohibida por orden del Gobierno. Una fecha, dos días después de la efeméride de la batalla, que fue escogida por caer en domingo.
Aquel día, a pesar de la prohibición de la celebración, cerca de 400 castellanos y leoneses se encaminaron hacia la localidad por accesos secundarios, ya que los principales habían sido cortados por efectivos de la Guardia Civil. Centenares de ciudadanos lograron llegar hasta el centro del pueblo, pero fueron finalmente dispersados por agentes del Instituto Armado entrada la tarde.
Este hecho determinó irremediablemente el carácter reivindicativo que tendría la fiesta desde ese momento, y la defensa de la democracia y las libertades que la caracterizarían desde entonces.

Celebración del Día de Villalar de 1978, el que ha congregado a más asistentes en su historia. / ICAL
De la legalización a ser el día oficial de la Comunidad (1977-1983)
Los sucesos de abril de 1976 llevaron a que gran parte de la población de Castilla y León comenzara a identificarse con la fiesta, en un momento en el que la Transición daba sus primeros pasos, y las autoridades se vieron obligadas a tomar nota de ello.
En 1977, finalmente, la celebración de Villalar de los Comuneros fue legalizada y pudo llevarse a cabo con libertad. Alrededor de 20.000 ciudadanos asistieron al Día de Villalar aquel primer año legal, en una convocatoria promovida por el Instituto Regional y la Alianza Regional de Castilla y León. Una celebración que contaría, por vez primera, con la participación del mítico grupo Nuevo Mester de Juglaría, símbolo desde entonces de la defensa de la identidad musical castellana.
Una fiesta, además, que se centró en reivindicar la autonomía para Castilla y León -que aún tardaría seis años en conseguirse- y la legalización de todos los partidos políticos y asociaciones.
El impulso de la fiesta no cesaba y, al año siguiente, en 1978, más de 200.000 personas se congregaron en Villalar para reivindicar la autonomía y las libertades de los ciudadanos, en pleno proceso constitucional en España. Una celebración empañada por los disturbios entre miembros del Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP) y de la Convención Republicana, que habían retirado la bandera de España del consistorio municipal, y miembros de Alianza Popular que resultaron agredidos, con un saldo de 17 personas heridas.
De nuevo se dieron incidentes en la conmemoración de 1979, tras un enfrentamiento entre la Guardia Civil y personas que portaban banderas republicanas, en una cita que congregó a la mitad de asistentes que el año anterior.
Esa tónica fue la dominante entre 1980 y 1983, con movilizaciones mucho menos numerosas y capitalizadas en su mayor parte por las formaciones de izquierda y el incipiente nacionalismo castellano que comenzaba a tener presencia, aunque nunca dejaría de ser un movimiento minoritario. Finalmente, la aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León, en febrero de 1983, consagraría el 23 de abril como el Día de la Comunidad y sumaría, al carácter reivindicativo y popular que ya tenía, una impronta de celebración institucional.
El Villalar contemporáneo y el nacionalismo castellano
Desde que se consagró su oficialidad como Día de Castilla y León, la asistencia a la campa de Villalar se ha normalizado cada 23 abril, aunque la afluencia de visitantes nunca ha llegado a las cifras de aquellos años de Transición en los que la reivindicación de libertad y democracia era una premisa fundamental.
Aún quedarían por vivirse algunos momentos que ensombrecerían la fiesta, como el asesinato a puñaladas, en la celebración de 1987, de un joven 'punk' en una reyerta, o el hombre herido grave el 23 de abril de 1988, un año después, por disparos de pelotas de goma por parte de la Guardia Civil.
Durante esos años, los grupos castellanistas comenzaron a capitalizar en gran medida la celebración. En 1988 se fundó en Soria el partido Tierra Comunera, de tendencia progresista y federalista, que llegaría a ser el partido nacionalista castellano más exitoso a nivel electoral, al obtener un procurador en las elecciones autonómicas de 1999 por la provincia de Burgos. En el año 2009 viviría un proceso de refundación y un cambio de nombre a Partido Castellano-Tierra Comunera.
En el ala más a la izquierda del castellanismo destacó la Unidad Popular Castellana (UPC), fundada en el año 1983 y de tendencia marxista y soberanista. Una de sus dirigentes más destacadas fue Doris Benegas –hermana del dirigente socialista Txiki Benegas– y la formación tuvo relaciones con grupos independentistas de otras zonas como Herri Batasuna (HB) –partido para el que pidió el voto en las elecciones europeas de 1987– o el Moviment de Defensa de la Terra (MDT) en Cataluña.
Finalmente, la UPC conformó en el año 2000, junto con otros colectivos de izquierdas, el partido Izquierda Castellana (IzCa), que se convertiría en referente de la izquierda soberanista castellana junto con su rama juvenil, las Juventudes Castellanas Revolucionarias (JCR), hoy conocidas como Yesca. Esta formación nunca ha tenido resultados electorales de relevancia, aunque Doris Benegas fue la número dos de la coalición Iniciativa Internacionalista en las elecciones europeas de 2009, que obtuvo 178.121 votos, compuesta por diversas formaciones independentistas de todo el territorio nacional.
Últimos años: pandemia y vuelta a la normalidad
Durante los últimos años, la normalidad ha sido la tónica dominante en una celebración en Villalar en la que volvieron a participar dirigentes del Partido Popular en la convocatoria del año 2000, después de 13 años sin hacerlo. Sin embargo, la presencia de los políticos populares no fue aceptada con naturalidad por algunos elementos radicales y el 23 de abril de 2006 se produjo un desafortunado incidente cuando una pedrada dirigida al presidente autonómico, Juan Vicente Herrera, hirió a la responsable del Servicio Regional de Protección Civil, Cristina Gredilla.
Afortunadamente, no debieron lamentarse hechos similares durante los años que siguieron y la fiesta se llevó a cabo con absoluta normalidad hasta la llegada de la pandemia de la covid-19, en marzo de 2020, que provocó la suspensión de los actos previstos para ese año. Lo mismo sucedió con la celebración de 2021, que tampoco pudo celebrarse con normalidad por las restricciones. Este 23 de abril de 2022 será testigo, pues, del regreso de una fiesta reivindicativa y popular para presumir de Comunidad, cuando se cumplen 45 años de su legalización.