El pleno de las Cortes de Castilla y León aprobó hoy una proposición no de ley de Vox por la que se pidió al Gobierno que bonifique un 75 por ciento los billetes de AVE, Alvia, Avant e Intercity entre la Comunidad y Madrid a todos los castellanos y leoneses empadronados, como medida para combatir la despoblación. Además, instó a la Junta a estudiar ayudas para quienes utilicen casi a diario el tren u otro medio para desplazarse a su centro de trabajo, mientras no se aprueben los descuentos demandados.

En la segunda sesión del pleno de las Cortes, se debatió esta iniciativa, que contó con el apoyo de PP, Ciudadanos, UPL y Por Ávila, así como la abstención del PSOE y la procuradora no adscrita María Montero y el rechazo de Podemos. El texto pedía también la declaración de Obligación de Servicio Público para el tramo de Línea de Alta Velocidad entre León- Palencia-Valladolid; Salamanca-Madrid y Zamora-Madrid, así como que la Junta desarrolle políticas de impulso del tejido económico, la vivienda, la sanidad, la educación y los servicios sociales.

La procuradora de Vox, Fátima Pinacho, demandó una política proactiva para favorecer el asentamiento de población en la Comunidad, lo que a su juicio pasa por considerar el transporte de alta velocidad como la “clave de bóveda”. Insistió en que unos dos millones de viajeros podrían utilizar estos servicios para desplazarse a la capital a trabajar, lo que supondría un desembolso anual de 50 millones. Para financiar esta partida planteó el modelo de bonificaciones de las islas del 75 por ciento, lo que supondría un coste total de 37,5 millones.

Pinacho aseguró que todas las crisis abren la puerta a nuevas oportunidades y añadió que el COVID convierte en fortalezas las debilidades de las zonas despobladas, frente a las grandes ciudades, en un momento en el que el lugar de residencia puede trasladarse a cierta distancia del lugar de trabajo. Además, añadió que las provincias cuentan con una red privilegiada de comunicaciones al ser nexos entre el norte y Madrid.

La socialista María Rodríguez aseguró que la iniciativa es un claro ejemplo del “populismo” de la ultraderecha y lamentó que en Castilla y León no se ponga un cordón sanitario a Vox. Además, criticó que se compare la situación de las islas con Castilla y León y cuestionó las “cuentas de la lechera” sobre el coste de las bonificaciones.

También destacó que la Comunidad ha recuperado servicios en mayor medida que crecen los viajeros y recordó las limitaciones de movilidad impuestas y lamentó que el PP no acepten bonificaciones a través del tramo autonómico del IRPF, como recordó prometió el vicepresidente Francisco Igea.

Pinacho le respondió que siguen “cegados” y que se dedican a descalificar a su partido cuando no tienen argumento. También pidió un compromiso fehaciente al PP con la iniciativa y que se incluya en la futura normativa sobre transporte.

El ‘popular’ Ricardo Gavilanes criticó la política de precios de Renfe, que aseguró complica la utilización del tren, sobre todo, al eliminar los billetes Promo y exigió la ampliación de la vigencia de los bonos ante los cambios introducidos por el COVID. Además, demandó bonificaciones, que se considere como Obligación de Servicio Público la media distancia de la Comunidad y el incremento de frecuencias, si bien reconoció las limitaciones de la normativa comunitaria.

En nombre de Ciudadanos, Marta Sanz afirmó que el primer paso para lograr el fracaso es proponerlo, en algo en que aseguró que Pedro Sánchez es Doctor Honoris Causa y como ejemplo puso el transporte de viajeros en tren. Denunció los recortes y la progresiva desconexión de la Comunidad, lo que conlleva la pérdida de viajeros y reivindicó que no haya castellanos y leoneses de primera y segunda en materia ferroviaria.

Finalmente, Marta Sanz marcó distancias con Vox por sus críticas al modelo autonómico y destacó la apuesta por el Corredor Atlántico de la Junta.