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Un andarín de 2.000 kilómetros por la provincia de Valladolid

29 diciembre, 2019 10:17

Cuando el 11 de agosto de 2019 NoticiasCyL Valladolid arrancó su viaje por la provincia de Valladolid visitando Cigales y comenzando un serial de reportajes que lleva por nombre “Caminando por la provincia de Valladolid | ¿En qué pueblo estamos?”, Teodoro Lozano García llevaba ya unos cuantos kilómetros en sus piernas.

Nacido en San Sebastián hace 56 años, pero vallisoletano confeso de adopción, este amante de la radio, la guitarra, canto coral y de los viajes ha conseguido recorrer la provincia de Valladolid en menos de un año. Nos cuenta su vivencia, anécdotas y muchas cosas más en la siguiente entrevista.

Pregunta. ¿Cómo surge la idea de recorrer los más de 225 pueblos, 9 pedanías y 33 Juntas Vecinales de la provincia de Valladolid?

"A finales de 2017 quedé en desempleo y decidí replantearme mi futuro después de 6 años en un trabajo que no dejaba margen al crecimiento personal"

Respuesta. Por trabajos anteriores conocía el 60 % de los pueblos de la provincia,  sobre todo por carretera.  Nunca fui persona de caminar, pero a finales de 2017 quedé en desempleo y decidí replantearme mi futuro después de 6 años en un trabajo que no dejaba margen al crecimiento personal. Quise aprovechar estos dos años de “paro” para ampliar mi formación mediante diferentes cursos e iniciativas (LANZADERA, CREA…), buscar empleo, en resumen crecer personalmente.

Por otro lado, para no caer en la rutina necesitaba  tiempo de ocio, ejercicio físico y ampliar el espacio entre la cadera y mis pantalones, que cada vez era menor (llegue a pesar 118 kg). Mi edad no era para empezar a correr, elegí caminar y comencé dentro de la ciudad, fui ampliando mis paseos a los pueblos cercanos del alfoz y comprobé que no me gustaba hacer diariamente las mismas rutas y menos regresar al punto de partida por el mismo lugar donde había ido. Lo cierto es que a falta de grandes viajes quería “conocer mundo”, al menos el que me rodeaba.  Digamos que el compromiso de “coser caminando” todos los pueblos, pedanías, aldeas y lugares  de la provincia de Valladolid partió de un deseo de  los que se piden en silencio, cuando se comen las uvas el día de nochevieja,  del 2018 en este caso.

La primera fase comienza el 2 de enero 2019 con una etapa de en 24 km. (Peñaflor de Hornija – San Pelayo – Torrecilla de la Torre y regreso a Peñaflor de Hornija). El 15 de marzo, cuando llevo caminadas 42 rutas y cubriendo la de Viloria - Torrescárcela - Aldealbar – Viloria,  recibo una llamada de Virginia Hernández (Alcaldesa de San Pelayo por aquel entonces  secretaria de TLP en la Diputación). Cercanas las elecciones municipales, me propone llevar unos carteles de TOMA LA PALABRA e ir pegando estos a  mi paso por los pueblos… Todo bien pero,  se me antojaba que a esta campaña se le podía sacar más jugo, mayor rendimiento y nos permitimos ser ambiciosos. Sin renunciar a la cartelería, quedamos en diseñar  unas rutas en las que pasase por todos los pueblos, en los que teníamos candidatura o existía posibilidad de conseguirla y hacer un vídeo de un par de minutos, como resumen de la etapa. Así como mantener informados a los seguidores del hashtag de las salidas, pasos y llegadas a los diferentes pueblos.  Esta segunda fase se mantuvo hasta  20 días antes de las elecciones municipales.

A partir de ahí, fue trepidante. Dediqué los días  única y exclusivamente a caminar en rutas lineales (no circulares) cosiendo pueblos en los que teníamos candidatura y entrevistando a los candidatos de TLP en los distintos municipios. En estas se preguntaba principalmente sobre las necesidades de cada uno de estos municipios y se subía a redes, tal cual, sin editar. Todo ello sumado a que tenía que atender mi propia candidatura y me presentaba como candidato al Ayuntamiento de mi pueblo, Nueva Villa de las Torres.

P. ¿Cómo recuerda ese 28 de marzo cuando empieza esa aventura bajo el hashtag #TeoTomaTuPueblo?

"Quería poner de manifiesto el problema que supone “vaciar la España rural”" 

R. En lo político lo recuerdo como una oportunidad para dar a conocer los pueblos de la provincia, contribuir a la sensibilización con estos a través de redes sociales y poner de manifiesto el problema que supone “vaciar la España rural”.

En lo personal me ilusionó mucho, ya que a esa fecha, habiendo caminado ya 50 de las 112 rutas que han supuesto esta aventura, podía contar con un apoyo económico para desplazamientos e iba a tener  cobertura en redes en todo momento, apoyo por dos mujeres que no descansan nunca: Virginia Hernández, alcaldesa de San Pelayo y diputada provincial de TLP  e Iris Vázquez  de Comunicación TLP, un equipo de compañeras que se encargaron de dar cobertura a las rutas con  videos, fotos y publicaciones en redes. ¡¡Unas verdaderas máquinas!!

P. La primera ruta del camino con el hastag fue un Fuensaldaña – Mucientes. ¿Alguna anécdota?

"En total he recorrido cerca de 2.000 kilómetros" 

R. Frente al castillo de Fuensaldaña nos dimos cita con la prensa, candidatos de TLP por diferentes municipios de la provincia y caminamos entre majuelos hasta Mucientes. Hicimos una visita por las calles, compramos dulces en un horno del pueblo, almorzamos en un bar de la plaza, charlamos con vecinos del pueblo y visitamos una bodega. Algo que me hizo reflexionar… ¿No me estaré apartando de mi objetivo principal? “Si todos los días van a ser como hoy, lo de caminar se va a quedar en un segundo plano” (risas).

La primera ruta, sin el hashtag, se produjo el 2 de enero como he indicado anteriormente. Me gustaría añadir además que tras la campaña con Toma la Palabra hice otras 20 rutas hasta completar todos los pueblos de la provincia. En total cerca de 2.000 kilómetros.

Teo caminando. Fotografía cedida a NoticiasCyL Valladolid

P. ¿Quién es Teodoro Lozano? ¿Por qué se embarca en esta aventura?

R. Teo Lozano es hijo de la emigración de los años sesenta. Años en los que realmente empezaron a vaciarse los pueblos y sus vecinos emigraron a las grandes ciudades y núcleos de producción industrial.  Nació en Lasarte (San Sebastián),  tres años después regresa con sus padres  a Valladolid y comienza la EGB.

Con trece años, antes de obtener el graduado escolar ya compatibiliza el cole con el duro trabajo en la  agricultura en Nueva Villa de las Torres, donde pasa parte de su niñez y adolescencia. Después de una pésima experiencia empresarial en su familia, regresa de nuevo a Valladolid y aprende con su padre el oficio de yesista.  Dos años después fallece este y la situación económica de la familia es desastrosa.

Como hijo mayor asume con 19 años la gestión de una pequeña empresa de revestimientos de yesos,  con infinitamente más deudas que activos y donde trabajan cinco personas. La crisis de la construcción posterior al 92 y los impagos de alguno de sus clientes, terminan por asfixiar económicamente a la empresa.

Marcha a vivir a Bernuy de Zapardiel en la Moraña abulense, de donde es su pareja, e inician allí otra etapa de su vida. Teo sigue dedicándose a los revestimientos  y Pili y él abren un bar en el pueblo.  Cinco años después se percata  que  académicamente los pueblos, ofrece pocas posibilidades para sus hijas y regresa a Valladolid.

Unos años duros en los que su médica de cabecera Verónica Casado, la actual consejera de sanidad, le advierte de los graves problemas de tabaquismo y alcoholismo en los que está inmerso, apoyándole en su rehabilitación a través de ARVA, Asociación de Alcohólicos Rehabilitados de Valladolid, asociación que presidirá entre el 2007 y el 2012. A partir de ese momento formará parte de órganos de gestión de asociaciones culturales, Street art,  corales, participando también  en movimientos  políticos.

En 2008 irrumpe una gravísima crisis en el sector de la construcción, hace que Teo “busque cobijo” en un puesto de trabajo de conserje en el Parque Científico de la Uva, donde pasa 6 años. Dos años de desempleo son suficientes para reorientar la vida y diferenciar entre lo que se quiere y lo que no se quiere hacer a los 56 años y ahí está… emprendiendo desde hace escasamente un mes y poniendo en marcha TEOKIT una empresa de Reformas y Servicios.

P. Al final esta es una iniciativa de Toma La Palabra contra el “abandono” que dicen que el mundo rural está sufriendo en la provincia de Valladolid.

R. Sin duda, desde Toma la Palabra se es especialmente sensible tanto a las causas que llevan al abandono de los pueblos, como a las consecuencias del “vaciamiento provocado de la España rural”. Durante la campaña, así se lo hicimos llegar a los afectados. De hecho ofrecimos la posibilidad  de verse representados en nuestra provincia, presentando candidaturas o dando su voto a una plataforma política,  que lejos de la  defensa de las macro-políticas, defiende una doméstica, cercana a la tierra donde se vive,  que se ocupa  de esos temas “menores” que afectan a sus vecinos en el día a día.

P. ¿Con qué problemas se ha encontrado en su caminar por los pueblos de la provincia?

R. El mayor problema que me he encontrado por los caminos de la provincia de Valladolid es la abundante presencia de perros sueltos por el campo. No me refiero a perros de pastores que suelen estar bien adiestrados, hablo de mastines sueltos guardando las naves a la entrada de los pueblos, pero con las puertas de par en par. Aún recuerdo la mañanita que me dieron cuatro perros enormes que fueron midiéndome la distancia desde Gordaliza de la Loma, hasta Villagómez la Nueva y Teo sin un palo espantador que llevarse a la mano... y es que en Tierra de Campos, arboles los justos, para coger palos.

P. ¿Qué reclaman los vecinos de los pueblos?

R. Principalmente mejores conexiones a internet, fibra óptica, frecuencia en los servicios de autobús… Lamentan la perdida de las escuelas, los niños dan vida. Los que no tienen un bar, un punto de encuentro donde socializar, lo reclaman. Al final piden ser escuchados.

P. ¿Está tan cerca como parece la desaparición de muchos pueblos de la provincia?

R. Honquilana, Villacreces… su desaparición no se conjuga en futuro, son pueblos que ya forman parte del pasado. Cuando las tapias de estos pueblos se rinden al poder de viento, del agua y se mezclan con los terrones, no es la tierra lo que queda enterrado, se muere un pueblo, se muere una historia, un punto de referencia de los que allí pasaron su niñez, su vida. Son las vivencias de toda una vida las que se van. La gran mayoría de los pueblos de la provincia de Valladolid  no  tienen más de 300 habitantes y me temo que al paso que van o les ayudamos a reinventarse o en 30 años  desaparecen todos estos pueblos de menos de 250 habitantes que son el 80%  y sobreviven 20 pueblos con una población superior a 1.000 habitantes.

P. ¿Cómo valora el tema de los consultorios médicos? Parece que van a desaparecer unos cuantos…

R. En este tema he de reconocer que no comparto la posición catastrofista de ciertos sectores de la izquierda. Recientemente estuve leyendo el Plan de Sanidad Rural presentado por la actual Consejera de Sanidad y en su propuesta no veo por ningún sitio la desaparición de consultorios. Se pretende una planificación de los recursos, de las funciones de los profesionales, de aperturas de nuevos servicios para el tratamiento de enfermedades crónicas, que mayormente son las padecidas por los usuarios potenciales de la sanidad pública en los pueblos de Castilla y León. Patologías en muchos casos que pueden ser atendidas por otro profesional cualificado, sin que necesariamente sea el médico quien lo haga. De reducir al máximo los tiempos que los profesionales de la sanidad pasan conduciendo por las carreteras y emplear esos tiempos en atender a los pacientes y en formarse. De la atención a la demanda, de incorporar  nuevos perfiles profesionales. De la gestión por grupos de trabajo.

Teo en Castronuño con su alcalde, Enrique Seoane. Fotografía cedida a NoticiasCyL Valladolid

P. ¿Qué otros temas le preocupan o cree que deberían de mejorarse en los municipios de la provincia?

R. La implicación y participación en la vida política de sus vecinos. Más democracia. También la creación de Residencias para Mayores y Centros de Día con fondos públicos, preservando el arraigo de las personas de más edad a su entorno vital y promoviendo empleos para personas formadas en la atención de estas. La integración de inmigrantes. Son el futuro de nuestros pueblos. Presionar a las entidades financieras para que mantengan unos mínimos en cuanto a servicios bancarios en estos municipios, ya sean estables o ambulantes

P. ¿Alguna anécdota que pueda contarme?

R. Cada vez que reviso fotos de las rutas, me evocan recuerdos y momentos curiosos.

En la primera ruta el 2/01/2019 llegue a Peñaflor de Hornija a las 07:45 h con un frío que pelaba. Estaba amaneciendo, parecía despejado y baje por una pronunciada pendiente que va desde el pueblo,  cruza el valle del Hornija, para seguidamente ascender de nuevo al páramo. Al comenzar la subida hacia el camino del Monte,  una densa niebla se me vino encima. Seguí caminando y después de unos minutos campo a través, empecé a escuchar unos extraños zumbidos, cada vez más cercanos, más intensos. El miedo es libre, máxime cuando la visión es nula. En esto descubrieron sobre las nubes dos inmensos generadores eólicos  batiendo sus brazos, cual gigante que diría Don Quijote.  Una sorpresa “morrocotuda”. Con ganas quede de gritarles aquello de: “Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero fes el que os acomete”  Más evitando guerras de principio perdidas, permití ser acompañado por estos gigantes hasta las cercanías de San Pelayo.

P. ¿Con qué se queda?

R. Necesitaría muchas páginas para responder a esta pregunta, pero sobre todo sensaciones: El sentir como se despiertan los pueblos antes de salir el sol. El frescor de la mañana, los cantos de los pájaros, las bandadas de gorriones.                                    Saber que a cualquiera que preguntes, responderá sintiéndose útil y autorizándose para contarte su vida. El balar de las ovejas en Tierra de Campos mientras son ordeñadas.          La pequeñez que se siente en un pinar inmenso entre Montemayor de Pililla y Portillo.        La belleza de los pueblos del valle del Cuco, Botijas, Hornija, Bajoz, Duratón, Valderaduey, etc. Los almuerzos o meriendas en cualquier lugar, buscando tiendas donde comprar, con la “malsana” intención de sonsacar  información al tendero, sobre su pueblo. El agua de los aspersores en la cara, cuando vas por los caminos de Tierras de Medina. La conversación y el barro en las botas de los que en algún momento de la aventura me acompañaron.   Cuando cae la noche y aún quedan kilómetros para llegar a destino.                                  Con la satisfacción del deber cumplido tras la etapa.                                                          Con tachar otro pueblo en el mapa de los recorridos, y planificar la ruta del día siguiente y en alguna ocasión, comenzar a recorrerla  en sueños durante la noche.                              De la libertad de elegir, hacia donde voy mañana. Y muchas cosas más.

P. Un objetivo y un deseo para las localidades de la provincia de Valladolid.

"Espero que veamos niños jugando en sus parques y que nunca falten esos niños para mantener las escuelas abiertas"

R. Que veamos niños jugando en sus parques y que nunca falten esos niños para mantener las escuelas abiertas. Que las personas puedan ir a su trabajo caminando. Que nunca falte un saludo al cruzarse con alguien en la calle de un pueblo. Que nunca cierre el bar del pueblo aunque misa solo haya un día. Que el tiempo gire hacia atrás y volvamos a conocer lo que fueron nuestros pueblos.

P. ¿Qué les pediría como medida más urgente a Junta y Diputación?

R. Ampliar el apoyo a los emprendedores que desarrollen su trabajo en el ámbito rural. Estimular a las grandes empresas para que levanten sus sedes centrales en estos lugares deprimidos, generando a su vez una descentralización de la riqueza, hacia estas zonas en las que prime ya sea el trabajo presencial o el teletrabajo Hacer un estudio con profesionales cualificados donde se deduzcan las potencialidades de cada zona y se estimule la creación de cooperativas en estas, creando un tejido social sostenible. Facilitar la contratación e integración de personas inmigrantes y disponer de un banco de alquileres donde la administración haga la función de mediador. Fomentar la reconstrucción y restauración y mantenimiento de viviendas en pésimo estado en el que todas las partes se vean beneficiadas (Propietario, inquilino y trabajadores implicados en los trabajos). Dotar de buenas redes de telecomunicaciones a los municipios. Optimizar por parte de SACYL los recursos sanitarios existentes y otros necesarios y hacer una labor de concienciación entre los usuarios u uso responsable de los mismos. Firmar acuerdos con las empresas de transporte por carretera de viajeros con el fin de optimizar las frecuencias en los horarios de autobuses. Un plan cultural y de ocio estable en los pueblos. Entre otras.