La Catedral de Zamora ha sido escenario durante la jornada de hoy de un hecho histórico con un adiós multitudinario al obispo de Zamora, Gregorio Martínez, con la presencia de arzobispos, obispos, sacerdotes, familia, representantes institucionales, cofradías, colectivos y sociedad civil.

La llega del féretro a la iglesia de San Ildefonso se producía pasadas las 11:00 horas de la mañana y en el interior esperaba el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, el cardenal Jesús María Rouco Varela, quien lo consagró como obispo de Zamora y amigo personal además del difunto, así como el secretario de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, el obispo de León, el toresano Julián López o el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio, natural de Manganeses de la Polvorosa, entre otros.

En la iglesia de San Ildefonso se ha procedido al rezo del responso para después trasladar en procesión al obispo Gregorio Martínez a la Santa Iglesia Catedral donde ha tenido lugar la misa exequial y el entierro en el trascoro.

Gregorio Martínez ha sido sacado y trasladado a hombros por familiares, miembros de Cáritas Diocesana, profesores de religión y cofradías, para después, a la llegada a la Catedral, coger el testigo los arciprestes para adentrar el féretro en la Seo zamorana.

En la misa exequial se ha procedido al encendido del cirio pascual a cargo de un diácono mientras se hace la oración, para después colocar sobre el féretro las vestiduras, la mitra, el báculo y el evangelio y dar comienzo la misa presidida por el cardenal Ricardo Blázquez.

Tras la misa, se ha procedido a la retirada de las insignias episcopales para trasladar el féretro al trascoro y dar sepultura a Don Gregorio Martínez con la monición, el sellado de la tumba y la bendición final.

Cabe recordar el hecho histórico que esto supone, siendo el único obispo de la época moderna enterrado en la Seo zamorana y fue suya la petición de descansar en este lugar eternamente.

En la homilía, el presidente de la Conferencia Episcopal ha desvelado que, además de sus conocidos problemas renales, el prelado había padecido en los últimos tiempos un cáncer avanzado y "agresivo" que ha precipitado su muerte a los 72 años de edad.

Blázquez ha recordado que a Don Gregorio le ha marcado profundamente “la cruz de la enfermedad” siendo duro “caminar muchos años con la debilidad y la enfermedad”, pues a la enfermedad corporal acompaña el dolor del alma y del espíritu y “la enfermedad limita la dedicación y la relación con las personas” siendo duro “querer servir a las personas y verse limitado a hacer lo que desea”.

https://youtu.be/A7EZ78kb2xU