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Las Cantarinhas: la feria más importante de Braganza para disfrutar de la tradición y la gastronomía

Del 3 al 7 de mayo, el centro histórico de la capital del norte portugués acoge más de 400 puestos en la Feria de las Cantarinhas como reclamo de turismo gastronómico, cultural y natural

4 mayo, 2023 12:19

Luis Falcón

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De origen medieval, la Feria de las Cantarillas en Braganza es el mayor evento local y, de paso, la fiesta de referencia más importante. Son decenas de miles de personas las que este fin de semana, principalmente, aunque la Feria de Artesanía fue inaugurada ayer por el presidente de la Câmara Municipal, Hernani Dias, visitan la capital del norte portugués. Un total de 66 puestos de artesanía y cerca de 400 durante las Cantarinas del fin de semana son el perfecto reclamo para visitar la ciudad. Es que las cantarillas son la excusa para la realización de una feria multiproductos.

Como es tradicional, todo el centro urbano de la ciudad, principalmente la plaza de la Sé se convierte en el eje principal sobre la que giran todos los puestos de venta y exposición, ocupando todo el centro urbano del viernes 5 al domingo 7, centrándose la Feria de Artesanía en la plaza Camões.

La historia cuenta que esta tradición local eran las cántaras de barro que se hacían en Pinela, una localidad con fuerte tradición alfarera. En la feria que se organizaba el 3 de mayo, los alfareros acudían a Braganza a vender sus cántaros, que eran adquiridos en gran cantidad, porque estos recipientes de barro eran usados para transportar agua, que se conservaba fresca, durante los trabajos del campo. Como gesto de cariño, comenzó la costumbre de comprar una cantarilla más pequeña para ofrecer a los hijos, un hábito que más tarde se adoptó para regalar a la novia y hasta hoy existe intercambio de cantarillas entre quienes se quieren o estiman.

La tradición de la alfarería en Pinela ya se perdió y actualmente apenas queda una artesana, por amor al arte, produce las cantarillas tradicionales, que expone y vende en la Feria de Artesanía.

Esta Feria de las Cantarillas tenía un carácter esencialmente rural. Era también época en que los agricultores compraban las simientes de algunas legumbres, para plantar y preparar las huertas. Igualmente, esta fecha se comían las primeras cerezas, vendiéndose todavía hoy, en pequeños y alegres ramos. Costumbres que aún se mantienen.

Pero la visita a Braganza también tiene un componente turístico. La importancia actual de la gastronomía se suma al interés natural, patrimonial y cultural de la ciudad y el concejo. Con el Parque Natural de Montesinho, pero también los diversos platos que se pueden degustar en los muchos restaurantes que se esparcen por la ciudad y las aldeas, como visitar los diez museos y, cómo no, admirar el rico y variado patrimonio arquitectónico de la ciudad, sobre todo en la Ciudadela, donde se encuentra el Castillo.