Propaganda de circo el último fin de semana en el pueblo de Guadarrama (Madrid).

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Opinión

Respeto para el circo

"Un respeto para el circo le pediría al presidente del Gobierno, pues sin circo la vida será más aburrida, por mucho que quieran con sus originalidades entontecernos".

Publicada

Por circunstancias de la vida me ha tocado ser presidente de una asociación denominada 'Los hombres y los animales en su sitio', de la que forman parte diversas entidades y colectivos como la Real Federación Española de Caza, Real Unión de Criadores de Toros de Lidia, Asociación Española de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces, Federación Española de Galgos, Asociación de Criadores de Caballos de Pura Raza Española de Castilla y León, etc... y también, mira por dónde, el Circo, a través de Circos Reunidos.

Por ello, su representante, D. Vicente Barrios, me ha transmitido su malestar, que yo comparto, por la forma y manera que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha referido en la Comisión del Senado, que le ha interrogado, de forma despectiva comparando la misma con “un circo”, como si ello fuera algo nada serio y vulgar, cuando es precisamente lo contrario.

Y es que, a todos o casi todos, no había nada que nos gustara más que ir al circo cuando éramos niños y no tan niños. Un espectáculo, como me recuerda Vicente Barrios, que funde sus raíces en la historia universal desde los clásicos hasta la modernidad.

En la era moderna, desde el siglo XVII, renacen al abrigo de las escuelas ecuestres de Inglaterra e Italia. Y, desde entonces hasta hoy, supone la posibilidad real de conocer los animales y por ende amarlos.

Por ello, desde los pueblos más pequeños hasta las grandes ciudades, ricos y pobres, sobre todo los menos privilegiados, podían y podrán disfrutar del espectáculo, antes en barco y en las ciudades costeras, así como donde había plazas de toros para protegerse y actuar. Este nexo de unión lo desconocen bastantes taurinos.

También, la primera colección de animales de todos los territorios de España la formó para su exhibición Carlos III en el foso del Palacio Real de El Pardo.

Igualmente, cabe recordar que las artes circenses tan variadas, trapecistas, ilusionistas, contorsionistas, equilibristas, domadores, mimo y, naturalmente, payasos, etc…, que forman un elenco llamado “la familia del circo”, que lleva la ilusión, el humor, la gracia y la emoción a todos los rincones del planeta.

Como también se han hecho eco de lo circense otras artes como las pictóricas y, sobre todo, cinematográficas: quien no recuerda la gran película de 1952 “El mayor espectáculo del mundo”, dirigida por Cecil B. DeMille y protagonizada entre muchos otros por Charlton Heston y James Stewart, claro, en aquellos años 50, los chicos que nos gobiernan ahora no habían nacido y, por ello, desconocen el gran impacto de aquella súper producción que a todos nos cautivó.

Esto es, el circo sigue existiendo y esperemos que por muchos años más y aunque, como todo, haya evolucionado, que no decaído, siempre habrá espacio en los aledaños de nuestros pueblos y ciudades para instalar sus grandiosas carpas que como una arquitectura efímera tanto nos hechizan.

En fin, un respeto para el circo le pediría al presidente del Gobierno, que ya veremos cuando tenga nietos a dónde los llevará, pues sin circo la vida será más aburrida, por mucho que quieran con sus originalidades entontecernos.