Me explico, como afiliado al Partido Socialista he sido convocado en la llamada 'consulta a la militancia', sobre si "¿apoyas el acuerdo para formar un Gobierno de coalición con Sumar y lograr el apoyo parlamentario de otras formaciones políticas para alcanzar la mayoría necesaria?".

Como se ve nada se dice de la concesión de una amnistía a los responsables de graves delitos cometidos en el referéndum ilegal de Cataluña, y otros relacionados con el independentismo e, incluso, acusados de terrorismo. Ni por supuesto de la condonación de miles de millones de euros, o concesión de la gestión de servicios como las llamadas 'rodalies' ferroviarias, y más cosas que no han aflorado y probablemente no afloraran nunca, como la celebración de un referéndum de autodeterminación.

Miles de colegas juristas de reconocido prestigio están suscribiendo declaraciones en contra de esta actuación de Sánchez.

Yo me he limitado hoy sábado a votar "no" en la citada consulta. Hemos sido solo seis los noes frente a 50 síes.

Este resultado en mi Agrupación, que será similar en el resto de España, me recuerda cuando en 1966 se votó en referéndum la Ley Orgánica del Estado franquista, en Ciudad Rodrigo solo votamos 67 noes. Un resultado apabullante que luego se dio la vuelta y muchos de aquellos síes a la ley franquista nos votaron a los socialistas pocos años después, y yo fui elegido senador y luego alcalde.

Se dirá que eran otros tiempos, e incluso se nos tachará a los discrepantes de traidores a la causa o 'botiflers', ahora que lo catalán está de moda. O incluso de derechas o reaccionarios frente a un gobierno de progreso. Yo creo que pactar con independentistas es retroceso. Es volver al siglo XV, antes de la reunificación de España. Pero claro, todo sea por la causa.

Uno, después de votar no, dormirá tranquilo que, a mi edad, es a lo menos que puedo aspirar.

Mi admirado Fernando Arrabal dice que prefiere estar con los que pierden, porque con los que ganan hay demasiada gente. En este caso me lo aplico totalmente y con mis cinco compañeros que hemos votado no, sin saber quiénes son, me encuentro muy a gusto y naturalmente esperanzado.