Avanza mayo y seguimos con los cielos enmarañados y cierto bochorno en todas las esferas de la vida. Los damnificados del volcán de La Palma siguen recluidos en campos de concentración, viviendo en contenedores de vida como si de refugiados se tratara mientras pueden prometer y prometen viviendas gratis para todos. El consumo va cayendo al compás de los precios. Se pagan las patatas a precios de las naranjas y, en regiones como en Cataluña éstas llegan a pagarse a cerca de dos euros el kilo. La naranja y la patata alimentos básicos y populares se están convirtiendo en lujos. Algunos estos días se atreven a decir que el consumo cae porque las familias han salido más a comer de restaurante. Habría que preguntárselo a los que van cerrando por falta de caja. El turismo nacional se está reconvirtiendo en turismo de tartera y bocadillo.

El ciudadano español parece que no aprende y entra al engaño unas elecciones tras otras tras afirmar el "da igual son los nuestros". Es como el que se casa con la fea y dice a todo el mundo que es guapa. Así estamos oyendo un día sí y otro también como el que quieren poner una cadena de supermercados públicos, una inmobiliaria pública, una empresa de gas y electricidad pública, una banca pública todo por nuestro bien pero gestionadas por la chupipandi. Como alguien no haga nada nos van a curar de la alopecia y van a acabar con la celulitis. Hemos conocido estos días también de la existencia de los transdiscapacitados que sueñan con mutilarse porque se sienten minusválidos. Pensar es una acción natural de las personas aunque discernir y tener criterio va camino de ser una virtud de unos pocos.

Desde el conocimiento del doctorado en fabulación que se han sacado algunos se ha conocido el falso récord de la seguridad social pues donde antes trabajaba uno ahora se cuentan tres. Sigue el exceso de mortalidad en nuestro país, parece que caemos como moscas y nadie sabe la razón, y no es por el cambio climático. Cada día más el problema del periodismo es su conflicto con la verdad. El dilema entre los que quieren contarla y no pueden vivir de ello. Con lo que cada vez más se va perdiendo el derecho a defenderla. Para tumbar un árbol primero hay que secar sus raíces, luego veras amarillear sus hojas para después talarlo con pocos golpes.

Sequía inducida o no por las eléctricas, el gobierno va derribando presas sin gestionar ninguna solución. En Toro sigue el problema del agua potable sin que oigamos que la Junta de Castilla y León tome cartas en el asunto. En el Palacio Real Testamentario de Medina del Campo, lugar donde falleció Isabel I de Castilla, una ministra la puso como paradigma histórico. La memoria histórica llega cada vez más lejos. Para otros Bruce Springsteen es catalán pues nació en el barrio del Born de Barcelona y huyo de los USA por la represión española. El poder y la estupidez juntos son una mezcla muy peligrosa para administrar la vida de los ciudadanos.
Con cuidado de cambiar la "p" con la "j", pues joder y estupidez es peor.