Era necesario abordar la reforma del sistema de pensiones y lo ha hecho el ministro Escrivá esta semana. Ha decidido destopar las cotizaciones máximas y que paguen más lo que tienen retribuciones más elevadas para incrementar la recaudación. Disculpen que lo diga tan claro, pero esto es “pan para hoy y hambre para mañana”.

El sistema de pensiones en nuestro país requiere una revisión en profundidad. El incremento de un 8,7% que se ha incorporado en 2023 por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado para las pensiones supone la mayor subida en los últimos 30 años, asciende a casi 1.200 millones de euros más de gasto cada mes. La Seguridad Social tiene que abonar cada mes casi 12.000 millones de euros en pensiones contributivas. Esta subida no se veía desde 1993.

Sistema de pensiones sostenible

Las pensiones se deberían de pagar desde la caja única de la Seguridad Social, pero esto no es así. Es necesario suplementar el pago de las pensiones con cargo a los Presupuestos del Estado. Ya sé que esto importa poco, ya que en definitiva lo que quieren los ciudadanos es percibir las prestaciones que precisan.

Ahora bien, esto si le debe de importar a los que tienen la obligación de gestionar las cuentas públicas porque es la única forma de mantener el orden en el gasto. De igual forma que hacemos en nuestras casas, organizamos los pagos en función de nuestros ingresos y procuramos no endeudarnos más de lo que podemos pagar.

España esta cada vez más endeudada y ha hecho crecer su deuda de manera brutal, hasta el punto de que ya representa el 115% de nuestro PIB, ocupamos el cuarto puesto en la UE, solo por detrás de Grecia, Italia, Portugal. Resulta que más del 60% de esta deuda proviene de lo que necesita la Seguridad Social para pagar las pensiones a más de 9 millones de pensionistas.

Elecciones y subida del 8,7%

Estamos en año electoral: en mayo las municipales y en diciembre generales y eso se nota, lo primero que se decidió fue mantener la subida del IPC de las pensiones, elevándose al 8,7% y alcanzando los 190.000 millones de euros en 2023. Esta decisión fue desaconsejada por la Comisión Europea, por el Banco de España y por la AIREF.

Una decisión que se ha podido tomar porque en este momento no están vigentes las exigencias de la UE acerca del cumplimiento de las exigencias de no superar los niveles de déficit que establece la Comisión. Esta obligación se fijó a partir de la crisis financiera e 2008 y los estragos que causaron los elevados gastos de los países de la UE, exentos de cualquier tipo de control. Esta situación obligó a la reforma urgente de la Constitución y los dos partidos mayoritarios tuvieron que ponerse de acuerdo. Actualmente esta excepcionado su cumplimiento por la situación de recuperación económica en la que nos encontramos derivada de la pandemia.

Poner parches

No obstante, la Comisión ha exigido a España la reforma del sistema de pensiones. Lo primero que tenía que haber sucedido en España es que hace tan sólo dos meses y medio no deberían de haberse subido las pensiones de manera lineal un 8,7%. Deberían de haberse incrementado sólo las más bajas, que son aproximadamente el 56% del total.

La decisión adoptada en España es un simple parche, para salir del paso en este año electoral y mantener contentos a 9 millones de votantes. Al igual que se ha hecho subiendo el sueldo a los funcionarios o la subida del Salario Mínimo Interprofesional. Estamos hablando de colectivos muy numerosos que garantizan en gran medida el voto a quien toma decisiones a su favor. Nadie se atreve a tocar a los funcionarios, a los pensionistas o a los que tienen los sueldos más bajos.

Francia y Dinamarca

Todas estas medidas lastran el futuro de la economía de nuestro país de una forma muy seria. Mientras asistimos a como otros gobiernos vecinos, como Francia se atreven a tomar decisiones serias para recortar el gasto elevando la edad de jubilación dos años, a pesar de ser impopulares y poner en riesgo la continuidad del Gobierno de macron.

Vimos también hace dos semanas como Dinamarca decidía quitar un festivo de su calendario a pesar de las manifestaciones en contra. Necesitaba incrementar la recaudación de su país para afrontar el gasto en defensa derivado de asumir los costes de aportaciones para defender a Ucrania de la invasión rusa.

Las medidas graciosas tendentes exclusivamente a contentar ciudadanos pero que no benefician al conjunto del país, no son medidas responsable.

La reforma de las pensiones aprobada no es beneficiosa para España, va a seguir generando más deuda pública. Llegará la generación del baby boom (nacidos entre 1957 y 1977) y el fiasco de las cuentas de la Seguridad Social va a ser de tamaño sideral. Cada vez hay más mayores de 65 años y sigue creciendo, y menos jóvenes. Estos últimos son los que pagan las pensiones y si no hay más solo va a quedar una solución que es reducir drásticamente el importe de las pensiones. Sino se aborda la reforma profunda que el sistema requiere lo que tendremos será una pensión-propina en el futuro, como la que damos a nuestros hijos el domingo para comprase unas chuches.