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Opinión

Ponte un lazo blanco si estás harto

1 noviembre, 2020 22:31

 En un momento concreto de mi vida, un amigo me susurró en el oído que los hombres éramos "los hijos autistas de Dios" y es por ello que algunos no creen en El, otros no le entendemos, y todos tenemos miedo de asomarnos al abismo pavoroso, pues unos queremos creer que tras el susto estará El y otros sólo ven la sima sin un futuro posterior.

Tanto unos como otros, sólo seremos un recuerdo que se disipa, como decían algunas viejas viudas de sus esposos: "tras dos o tres micciones, ni te acuerdas", otros perdurarán un poco más, pero todos se mantendrán en el ejemplo que puedan haber dado a sus hijos, a los cercanos, a los amigos, en definitiva, seremos la semilla que podamos haber sembrado.

Hemos recibido una sociedad de una generación que la encontró en la ruina de una guerra, dejó el alma y la vida en la reconstrucción perdiendo su vida, pero con seriedad, dignidad, esfuerzo y mucho trabajo, nos dejó esa capacidad de sufrimiento y esfuerzo. Algunos aprendimos del ejemplo, otros no quisieron verlo, pero casi todos cometimos el error de no querer transmitirles a nuestros hijos ese valor del esfuerzo y procuramos tuviesen una vida cómoda, y eso, ahora, supone que tenemos una clase dirigente, y una gran parte de la juventud, inconsistente, floja, vaga, miedosa, poco preparada y carente de los valores precisos para afrontar etapas de dificultad real.

Ahora se mofan de los valores de unidad, de patria, de esfuerzo, de proyecto de vida común y los relativizan confrontándolos con la ideología política, de forma que aquellos que los defienden son de derechas -falso- y los que no de izquierdas -igualmente falso-, cuando las ideologías son formas de contemplar el modelo de sociedad, no de valores sociales superiores. De modo que, puedes defender una sociedad pública y estatalista y la unidad de la patria, el proyecto de vida común, el esfuerzo social e igualmente desear una sociedad en libertad con un Estado pequeño que garantiza los aspectos sociales,de forma que la confrontación ideológica es de visión.

Que la disputa política tiende a la polarización, a la ideologización extremista, la confrontación, perdiendo la idea clara de que la vida humana, el ciudadano, las personas somos iguales, queremos todos el bien común, defendemos lo mejor para todos y lo que nos diferencia es el color de las gafas con las que miramos, de forma que mis amigos "viven en el error", pero no son unos "canallas o miserables", les contemplo como lo que son "buena gente que yerra en su visión" y que todos los que buscan la disputa, la violencia, no son buenas personas, por más que me lo pudieren haber parecido en algún momento,y estos sí que son mezquinos, ruines, tiñosos zurriburris, tengan el color que tengan y hubieren parecido amigos o enemigos, es una cuestión de actitud, no de ideología.

Ahora, frente a una situación de crisis brutal, nuestros dirigentes son incapaces de, primero evaluar la situación, segundo adoptar medidas de contención, tercero preparar programas de actuación, cuarto generar las medidas precisas de reparación y reconstrucción; pero, como su estulticia les impide hacer lo correcto, se dedican a negar la realidad, a exigir un apoyo que no se facilita, a confrontar con los que consideran enemigos, a insultar al que no piensa como él; pero, al final, no se han tomado las medidas sanitarias, sociales, económicas ni jurídicas, por ese orden, que precisábamos hace 8 meses, que aún ni se han planteado, llegando, en el colmo del despropósito y evidenciando la incapacidad y la tendencia dictatorial, a "o lo que digo yo, o el caos". No se puede demostrar con mayor claridad la incapacidad que con esa manifestación, pues deja patente que ni has trabajado, ni sabes trabajar, ni puedes hacerlo, resultando, además de una prepotencia, soberbia y falta de empatía que daña la mente de cualquiera con un mínimo de sensibilidad.

En España no me puedo creer que ni seamos tan estúpidos, ni nuestros lideres tan mentecatos, de forma que sólo puedo pensar que todo esto está organizado por una mente cruel que tiene interés en que nos vayamos por el sumidero y utilizan a esta pandilla de destripaterrones que nos dirigen para derivarnos al caos, resultando muy grave que la sociedad anestesiada, o emborrachada ideológicamente, no sea capaz de reaccionar con tranquilidad, seriedad y contundentemente con un BASTA YA.

Reitero que no creo en la violencia y que la demostración de ese hartazgo debe de ser pacífica, contundente y visible con un signo, un lazo, o señal de esa posición de agotamiento transversal que tenemos los ciudadanos, que evite la violencia y desahogue la angustia, a la par que muestre la mayoría silente e inconformista.