Una auxiliar con una usuaria de un servicio de ayuda a domicilio

Una auxiliar con una usuaria de un servicio de ayuda a domicilio

Con la colaboración de

Empresas

Acompañar, conversar o cuidar: el valor invisible del servicio de ayuda a domicilio en Castilla y León

Clece mantiene su liderazgo en atención domiciliaria con más de 6.100 trabajadores en la Comunidad para atender a casi 14.700 personas ante una demanda que es continua.

Publicada
Actualizada

El envejecimiento de la población, la soledad no deseada y la creciente necesidad de apoyos en el hogar han convertido al servicio de ayuda a domicilio en uno de los pilares fundamentales de la atención social en Castilla y León.

Acciones tan básicas como acompañar al banco, el aseo personal o simplemente hacer la comida se pueden convertir en una tarea complicada para las personas mayores o con alguna discapacidad.

En este contexto, Clece, empresa líder en servicios sociales y sociosanitarios, se ha consolidado como un agente clave tanto en la prestación del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) como en la inserción laboral de cientos de profesionales del sector.

Hablamos con Marian Diago Solaz, coordinadora del Servicio de Ayuda a Domicilio en la ciudad de Valladolid, donde Clece atiende a 4.235 usuarios gracias a las 954 personas contratadas, quien explica que el objetivo principal del SAD es claro: evitar o retrasar lo máximo posible la institucionalización de personas mayores, dependientes o en situación de especial vulnerabilidad.

Irene Domingo, responsable de selección e inserción laboral

Irene Domingo, responsable de selección e inserción laboral

“El Ayuntamiento de Valladolid presta este servicio a usuarios que tienen un nivel de dependencia y que necesitan un apoyo en su día a día. Nuestra misión es que puedan seguir viviendo en su casa el mayor tiempo posible”, señala Diago.

Las intervenciones son variadas y se adaptan a cada caso. Van desde el apoyo en la limpieza o tareas domésticas, hasta el aseo personal, acompañamiento a citas médicas, gestiones cotidianas o incluso enseñar a usar aparatos tecnológicos que los usuarios desconocen.

“A veces acompañamos al banco, a hacer la compra o a comprar un calefactor y explicamos cómo funciona. Cada vez hay más procesos que se han digitalizado y la gente mayor necesita apoyo”, añade.

Un servicio “vivo”

El volumen de usuarios que Clece atiende en Valladolid, y en el resto de Castilla y León, es amplio y se mantiene en constante movimiento. “Es un servicio vivo”, explica la coordinadora.

“Entran nuevos casos cada semana, pero también se extinguen otros por fallecimiento, traslados o mejoría de los usuarios”.

El perfil del usuario es cada vez más diverso. Junto a las personas mayores, han empezado a incorporarse con más frecuencia menores en situación de vulnerabilidad, lo que se conoce como SAT infantil. “Son casos muy delicados, familias con dificultades para establecer rutinas o menores con necesidades especiales.

El objetivo, igual que con los mayores, es evitar llegar a la institucionalización”, explica Diago.

Marian, coordinadora del servicio

Marian, coordinadora del servicio

Vínculos que van más allá del servicio

Uno de los aspectos más valorados por los propios auxiliares, y también por las familias, es la parte emocional del trabajo.

“Se generan vínculos difíciles de explicar”, reconoce la coordinadora. “Muchos usuarios pasan horas solos, en silencio. Que llegue la auxiliar, charlen, salgan a pasear o vean un álbum de fotos juntos… eso tiene un valor incalculable”.

Diago subraya que, para algunas familias, la prioridad no es la limpieza ni las tareas domésticas: “A veces nos dicen: ‘No limpies, solo quiero que salgas a pasear con mi madre, que tome un café, que le dé el aire’. Estamos luchando contra la soledad no deseada, una de las grandes enfermedades silenciosas de nuestra época”.

La coordinadora del Servicio de Ayuda a Domicilio en Valladolid asegura que este servicio es ya muy conocido en Valladolid. “El boca a boca funciona muy bien. Quien lo prueba suele recomendarlo. Y, si un usuario lo suspende —por viajes o temporadas fuera—, puede retomarlo sin perderlo mientras no superen los seis meses”.

La tramitación es algo que gestiona el ayuntamiento, nosotros ahí no intervenimos y no nos gustaría meternos en jardines que no debemos… si no te importa quitar la parte que está en amarillo, te lo agradecería.

Una demanda laboral constante: Clece busca talento cada día

Irene Domingo Gózalo, es la responsable de selección e inserción laboral en la zona, y confirma que la demanda de profesionales es continua.

“La atracción de talento es hoy una pieza clave para Clece. En muchos sectores necesitamos personal, pero especialmente en el socio sanitario, donde la necesidad crece año tras año”.

La empresa trabaja con perfiles muy variados, desde titulados en cuidados auxiliares de enfermería o certificados de profesionalidad sociosanitarios, hasta profesionales de otros ámbitos como mantenimiento o seguridad.

También colabora estrechamente con entidades sociales para facilitar la inserción laboral de colectivos vulnerables: víctimas de violencia de género, personas con discapacidad o en riesgo de exclusión.

“Buscamos profesionales formados, pero también personas con una actitud muy concreta: empatía, escucha activa, ganas de ayudar. Este trabajo es técnico, sí, pero también profundamente humano”, afirma Domingo.

Empleo estable y oportunidades de crecimiento

Clece apuesta por ofrecer estabilidad a su plantilla. “En el SAD intentamos siempre que las mismas auxiliares atiendan a los mismos usuarios. Eso da seguridad al usuario y comodidad al trabajador”, apunta la responsable de selección. La mayoría de contratos son indefinidos, aunque también existen refuerzos puntuales para cubrir vacaciones o bajas.

Domingo destaca además las posibilidades de promoción interna dentro de la compañía: “Clece es una empresa dinámica, en la que se valora el talento y donde se puede crecer. Trabajamos por el bienestar de los usuarios, pero también por el bienestar de nuestros trabajadores”.

Ambas responsables coinciden en que el futuro del sector pasa por seguir profesionalizando el servicio, incorporar nuevas tecnologías y reforzar la figura de los auxiliares, esenciales para garantizar la autonomía de miles de personas.

“Lo que hacemos es permitir que alguien siga viviendo en su casa, con dignidad, con tranquilidad, con compañía”, resume Diago. “Y eso no tiene precio”.