El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica hoy los datos corregidos de la inflación de agosto, que cerró como el mes más caro para comprar alimentos de la serie histórica. Hacer la compra para comer ha sido casi un 14% más caro durante el pasado mes con respecto a hace un año, exactamente un 13,8%.

La inflación se ha situado en el 10,5% en el conjunto del país, tres décimas menos que el registrado en julio, pero se mantiene por encima de los dos dígitos, y las previsiones del BCE apuntan a que no baje del 9%, por lo menos, hasta finales de año.

En Castilla y León, esta variación de precios se redujo dos tímidas décimas con respecto a julio, al pasar del 12% al 11,8%. Sin embargo, es la segunda comunidad autónoma donde más se ha disparado la inflación en términos interanuales hasta alcanzar un 11,8%.

La tasa de anual de la inflación subyacente, es decir, la que no tiene en cuenta los precios de los alimentos frescos ni la energía y que permite conocer el comportamiento de los precios a corto plazo, sigue disparada. En agosto volvió a repuntar, y lo hizo hasta situarse en el 6,4%, su precio más elevado desde 1993.