Castilla y León cerró el pasado mes de febrero con la mayor inflación de los últimos 36 años, hasta situarse en una tasa interanual del 8,5%, nueve décimas por encima de la media nacional que finalmente se anotó un 7,6%, dos décimas más de lo previsto y anunciado el pasado 28 de febrero por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La corrección de este organismo, publicada hoy, supone la decimoquinta subida consecutiva de este indicador, encareciendo el consumo y mermando el poder adquisitivo de empresas y particulares.

Castilla y León fue la segunda comunidad autónoma donde más ha subido este indicador junto a Aragón, sólo superadas por Castilla La Mancha donde la inflación se situó en el 9%. Por su parte, Canarias y Madrid fueron las regiones donde más se contuvo el IPC, con subidas del 6,8 y del 6,9% respectivamente.

Según el INE, esta inflación es consecuencia de los precios de la electricidad, la subida de los precios de la restauración y al encarecimiento del petróleo, que aunque hoy cotiza a 110 dólares el barril de Brent, superó los 130 dólares hace escasos días.

Por otro lado, la inflación subyacente, es decir, la que se calcula sin tener en cuenta los precios de los alimentos no elaborados ni los productos energéticos al ser más volátiles, se incrementó en febrero seis décimas, hasta el 3%, con lo que se sitúa más de 4,5 puntos por debajo de la tasa del IPC general en el conjunto del país. Se trata de la cifra más alta desde septiembre de 2008.

La vivienda, el bien que más sube

Los precios en la vivienda siguen encabezando las principales subidas de este indicador, con un 29,3% en febrero con respecto al mismo mes del año pasado.

El transporte también se anotó un importante alza en los precios, con un 13,8%, mientras que el resto de bienes con los que se calcula este indicador experimentaron incrementos menores, con un 5,8% en el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, de un 3,8% en el caso de los hoteles y restaurantes.

El vestido y el calzado fueron los bienes que menos subidas se anotaron, con un 2,3% más en ambos casos. Por su parte, el único grupo que dio un respiro a los bolsillos de empresas y particulares fue el de las comunicaciones, que cayó un leve 0,7% con respecto al mismo mes de 2021.

Ralentización del crecimiento en toda la UE

Los datos en el conjunto de la Unión Europea, tampoco son buenos. La presidenta del Banco Central Europeo (BCE) ha anunciado que Europa cerrará este año con una inflación del 5,1%, pero no descarta que pueda acabar por encima del 7% en el peor de los escenarios derivados de la guerra en Ucrania.

Además, su presidenta, Christine Lagarde, ha anunciado que se prevé una ralentización fuerte del crecimiento, si bien no contempla que la economía de la zona euro entre en recesión.

Así, Lagarde contempla que el PIB de la UE crezca este año un 3,7%, cinco décimas menos que lo previsto antes de que Putin invadiera Ucrania, así como un crecimiento del PIB una décima por debajo de lo calculado, situándose en el 2,8%.