Después de negarse a ser jurado de Idol Kids, lo que le llevó a ser vetada por Mediaset España, y tras no lograr una silla en la nueva etapa de La Voz en Antena 3, Malú regresa a la televisión por la puerta grande como investigadora de la gran apuesta de Antena 3 de la temporada: Mask Singer: adivina quién canta.

Lo hace, además, tras haber acaparado cientos de titulares por su relación con Albert Rivera y su posterior maternidad, y con un nuevo papel que parece que nos descubrirá una nueva cara más amable y divertida hasta ahora desconocida.

La han puesto en el centro de tres locos y le ha dado a eso cierta sensatez

“Me quito el sombrero con Malú. La han puesto en el centro de tres locos y le ha dado a eso cierta sensatez. Ha llevado las riendas del sentido común y ha cumplido una función maravillosa”, explica José Mota, otro de los investigadores.

“Me he enamorado locamente de José y de Malú. Nos lo hemos pasado fenomenal. Yo me he enfadado mucho. Hay muchos piques. Y ella también se ha picado. Me ha mandado callar, se ha enfadado, se ha meado de la risa”, dice por su parte Javier Ambrossi.

“José hacia sus teorías locas que te llevan a sitios insospechados, Malú tenía intuiciones y captaba matices a través de la voz que nosotros no captamos y nosotros tenemos mucha cultura pop”, añade Javier Calvo.

“Al final todos hemos llevado el mismo papel de locura. No llevamos ningún rol. Los Javis están muy locos, Mota también con sus cosas, yo no me quedo corta, pero tenía que meter un poco de control, que si no rompíamos la mesa y las sillas. Ha sido jugar, divertirnos, pasarlo bien…”, cuenta Malú. 

La primera opción de la cadena

Presentado por Arturo Valls, Mask Singer ha sido el formato revelación del año en Estados Unidos en el que famosos cantan debajo de ridículos disfraces. En este ‘guessing show’, el espectador, el público y el jurado son los protagonistas. Son ellos los que tienen que adivinar la celebrity que se encuentra tras la máscara mientras hacen conjeturas con mucho humor.

No tiene nada que ver con lo que había hecho anteriormente

“Tenía muchas ganas de estar en este formato, me hacía mucha ilusión. Al principio no podía hacerlo porque estaba embarazada y, al final todo esto del Covid ha tenido algo bueno si cabe, que es finalmente que pueda estar”, comenta la cantante, que fue la primera opción de la cadena para el talent pero que finalmente tuvo que ser sustituida por Ainhoa Arteta.

“Me lo he pasado muy, muy bien. Me parece un formato tan novedoso, tan divertido, tan loco, que me apetecía mucho entrar. Me ha alegrado mucho haber hecho algo así. Ha sido tan divertido, tan sorprendente, nos tenía a todos tan picados, que no tiene que ver con lo que había hecho anteriormente”, confiesa. 

“Esto no es pelearte, esto es hilar fino con tus compañeros para averiguar quién está detrás de la máscara. Te picas, te lo llevas a casa… Cuando se desenmascaran jamás te imaginarías que esa persona estaría ahí dentro, personajes que no imaginas que se prestaran a algo así”, añade emocionada.

Fan de Paquita Salas

Muy fan de Paquita Salas, donde los Javis bromeaban con que su huevo áurico estaba interferido, la madrileña explica que “nos conocimos hace tiempo en Cancún. Nos caímos muy bien. Ahora que nos hemos conocido más, nos hemos reído mucho. Hacemos un gran team. Les adoro. Y estoy seguro que ellos a mí. Tenemos pendiente una comida”.

“El primer día lo hablamos. Ella misma se ríe de eso. Fue una cosa de humor. Es una tía divertidísima. Lo vais a descubrir. Espero haberme llevado una amiga”, dice Ambrossi, que abre la puerta a la participación de la cantante en la cuarta temporada de la serie de Netflix.

Preguntada si le gustaría regresar a La Voz, donde fue coach durante todas las temporadas en Telecinco, la cantante lo tiene muy claro. “Siempre que me encaje y que lo pueda hacer, siempre estaré abierta. Es mi casa, mi familia y la amo”.