Fallece La Veneno: la vieja televisión que no tenía miedo ni reparos

Fallece La Veneno: la vieja televisión que no tenía miedo ni reparos

Televisión

Fallece La Veneno: la vieja televisión que no tenía miedo ni reparos

Un icono que se ha apagado después de una vida de lamentos y altibajos

25 octubre, 2020 00:14

Musa de las redes sociales sin haberlas usado jamás. Cristina, La Veneno, ha sido un símbolo de toda una generación que creció con aquella televisión-espectáculo que no tenía miedo al qué dirán. Recién salida de la calle, se subió al tablao de la pequeña pantalla de la mano de Pepe Navarro. Y todos descubrimos a una mujer de lengua viperina que encandiló a la audiencia y se metió al público en el bolsillo. 

Así era La Veneno, un icono que se ha apagado después de una vida de lamentos y altibajos. Este sábado era ingresada en el Hospital Universitario La Paz después de aparecer en extrañas circunstancias en el salón de su casa con golpes por todo el cuerpo y sangre en la cabeza. Dijo adiós también en medio de un gran revuelo mediático, como ella siempre ha vivido. Casualidad que lo haga allí, en el mismo lugar que Franco, cuando ella siempre gritó en voz alta eso de "si Franco levantara la cabeza".

Dijo adiós también en medio de un gran revuelo mediático, como ella siempre ha vivido

Su primera aparición en televisión no fue otra cosa que una sucesión de momentos memorables en la calle. Ella hablaba sobre la prostitución que ejercía en la calle y los problemas que había tenido con otras travestis. Así se sucedieron otras entrevistas que al final la convirtieron en colaboradora fija de Esta noche cruzamos el Mississippi

Durante muchos años fue una de las grandes divas de la capital madrileña. Nacida en Almería en el año 62, todo el mundo la llamaba Joselito por aquel entonces. Todavía no había descubierto los placeres de una gran ciudad. Una ciudad que la ha querido y la ha eclipsado a partes iguales. 

A los seis años ya me sentía mujer, porque entonces yo me ponía todo lo de mi hermana, me probaba su ropa. Me metía en el cuarto de baño y empezaba a maquillarme con las pinturas de mi madre, que entonces eran las pinturas aquellas antiguas como de crema dura. Me acuerdo que yo me pintaba toda la cara y me liaba una toalla en el pelo”, decía La Veneno en su biografía. 

Toda fiesta que se preciase tenía que tener a La Veneno. Los programas de televisión se peleaban por tenerla en su plató. Y es que ella era sinónimo de audiencia. No se callaba nada y en esa verdad radicaba su éxito.

La fama le consumiría en el año 2003, después de haberse pateado programas de televisión como Crónicas marcianas. Su ex pareja la denunciaba por haber quemado la casa en la que vivía para cobrar el seguro del hogar. Le tocó pagar y terminó ingresando en la cárcel durante tres años. Cuando salió, por muchos seguidores que tuviese a sus espaldas, ya no era la misma. 

Comenzó a pasearse por otros programas como DEC o Sálvame para protagonizar numerosas trifulcas. Algunas memorables y que todavía muchos utilizan en las redes sociales. Y es que tal vez La Veneno sea la musa de lo viral, del mundo de la instantaneidad y de las redes sociales. Del mundo del GIF y del ya muerto Vine. Una estrella televisiva de la que siempre recordaremos ese “¿Tú quién eres, peazo puta?”. Perdón por la obscenidad, pero así era La Veneno. 

Ahora estaba en uno de sus mejores momentos. Después de escribir sus memorias, su nombre volvía a la primera plana de los medios. Algunos, por el camino, deseaban su regreso a la pequeña pantalla a través de programas como GH VIP. Carne de reality, de la nueva televisión. Pero Cristina era de esa vieja tele que no tenía tanto miedo al qué dirán. Ahora las cadenas tienen más reparos y muchos más temores. Tal vez es que a Cristina se le quedó vieja la televisión y ella era demasiado moderna para los tiempos que corren.