Con el fin de promover la racionalización de los horarios, la conciliación familiar, el descanso y el consumo responsable de televisión, RTVE ha adelantado la emisión de los programas de máxima audiencia, que comenzarán justo después del Telediario 2, a las 22:05 horas.

La medida ya intentó implantarla en 2015 cuando el Ministerio de Sanidad, entonces en manos del popular Alfonso Alonso, invitó a todas las cadenas a adelantar el prime time. Además se impulsó un sistema mediante el cual un símbolo anunciaba en pantalla si el programa que está viendo el espectador finalizará antes de la medianoche.

Sin embargo, aquella medida duró poco y apenas un año después, la pública volvió a apostar por la franja del access prime time contratando primero a Javier Cárdenas y su polémico Hora Punta y, más tarde, a Raquel Sánchez Silva y Lo siguiente.

Tal fue el enfado del entonces presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, que incluso se planteó abandonar el sistema de medición, cuyo monopolio tiene Kantar. “Estamos en un periodo de reflexión y considerando si interesa o no a un medio como RTVE que, como digo, no tiene publicidad, y, por lo tanto, no tiene intereses comerciales, mantenerse dentro de estos sistemas de medición”, explicó en sede parlamentaria. 

Mea culpa

Y no le faltaba razón. Los medios tuvimos bastante culpa de aquel retroceso. Entonces, al igual que ahora, no se están analizando correctamente las audiencias de La 1 de TVE, obviando las franjas de coincidencia o el hecho que no se puede medir igual a una cadena privada que a una pública, donde también deben primar otros factores.

"Cuéntame cómo pasó, la otra víctima del nuevo horario de prime time de La 1", titulamos de manera un tanto catastrofista desde este mismo diario resaltando que la serie de Ganga había marcado mínimo histórico de audiencia.

Erramos. De nada sirve que TVE adelante el prime time, si los medios no somos justos y responsables en unos tiempos en los que el consumo televisivo ha cambiado tanto y los productos tienen más vida más allá del abierto. 

El pasado lunes, sin ir más lejos, La 1 estrenaba HIT, su nueva serie sobre el sistema educativo producida por Ganga. La serie se emitió en el tramo de 22:15 a 23: 20 horas. Es decir, coincidió media hora con El Hormiguero, 35 minutos con Mujer y 70 minutos con Idol Kids. 

La serie anotó un aceptable 10,2% y 1.606.000 espectadores, superando así la media del canal casi en un 20% y sumando 121.000 espectadores más en el diferido, lo que le llevaron a un total de 1.727.000 espectadores.

El destierro de los Express

El dato era muy positivo sobre todo teniendo en cuenta que en la franja de coincidencia de las tres ofertas estelares (HIT, Mujer, Idol Kids), de 22:54 a 23:21 horas, La 1 anotó un 11,4% por el 13,2% de Telecinco y el 14,3% de Antena 3.

Sin embargo, todavía hubo quién cuestionó que aquel era un buen dato obviando que Idol Kids había anotado un 11,5% y 1.854.000 espectadores de 22 a 23 horas o que su dato real fue de un 13,6% y 1.850.000 espectadores si no estuviera troceado. 

Y todo ello por no hablar del valor social y educativo que tiene la ficción abriendo debates sobre el sistema educativo español o nuestros jóvenes, que luego se analizaron en Quién educa a quién.

Por todo ello, tanto como TVE como los medios, debemos fijarnos más en el número de espectadores que consiguen sus programas y series en vez de en la cuota de pantalla. Más que nada porque ya sabemos que las privadas juegan a engordar el dato alargando sus programas hasta la madrugada o troceándolos. 

Si todos queremos promover la racionalización de los horarios, la conciliación familiar, el descanso y el consumo responsable de televisión, seamos responsables. Desterremos de nuestra televisión los Express, los Previos, los Avances o las Últimas Horas.