La crisis interna en la que se encuentra RTVE suma hoy un nuevo capítulo a una historia que no parece tener un final a la vista. Ignacio Marimón, nombrado el pasado 1 de julio como nuevo director de centros territoriales de la corporación, ha presentado hoy su dimisión, tal y como recoge el escrito al que ha tenido acceso Valencia Plaza. 

En este escrito de renuncia, Marimón argumenta que "acepté el reto de asumir esta dirección con la intención de poder aplicar algunas medidas del Plan Estratégico en el que he trabajado durante los últimos años. Pero en el contexto actual, considero imposible implementarlas".

"Espero que, con mi renuncia, el nuevo director de Informativos pueda elegir a su propio equipo y le deseo lo mejor porque su suerte será la de tod@s. Yo seguiré, como siempre, trabajando en mi pasión, la radio pública", concluye Marimón. 

Marimón dimite por el mismo motivo por el que lo hacía su antecesora 

Vinculado a la radiotelevisión pública desde hace casi 20 años, Ignacio Marimón desempeñaba las tareas de coordinación del área de deportes de RNE en el área de Valencia. También ha estado durante cinco años trabajando en el Consejo de informativos de RNE, cargo que ha ocupado hasta la pasada semana. 

Por tanto, esta dimisión tendría la misma naturaleza que la de su antecesora, Cristina Ortiz, y la de su subdirectora, Alejandra Martinez, es decir, una falta de entendimiento con Enric Hernández, director provisional de informativos y a la postre administrador único en la sombra de RTVE. Una falta de entendimiento que llegaba con el plan del director provisional de cesar a tres directores de centros territoriales y cubrir esos puestos con nombramientos dados por él mismo.

La crisis interna que vive actualmente RTVE se ha saldado con los ceses de Paloma Zuriaga, directora de RNE, y Raúl Heitzmann, director de informativos. Además, los directores de los centros territoriales de España se unían la pasada semana en un comunicado para mostrar su desconformidad por las acciones llevadas a cabo por Hernández, un gesto hasta ahora inédito en la historia del ente público.