Carta abierta a Los Morancos

Carta abierta a Los Morancos

Televisión

Carta abierta a Los Morancos

9 abril, 2020 09:27

Queridos Morancos:

Soy una fiel seguidora vuestra desde siempre. Era una cría cuando, como quién no quiere la cosa, le montasteís la marimorena a la pobre Concha Velasco en una gala de Nochevieja titulada Viva 85 en TVE. Tú, Jorge, hacías de americano junto a César, como si de una pareja de espontáneos se tratara. Hubo una frase puta madreggg (pronunciese con acento gringo) que se convirtió en todo un clásico, aunque escandalizó a más de uno y de dos... Pero Jorge lo dijiste con tanta gracia, salero y naturalidad que fue difícil de olvidar.

Antes de esta primera intervención ante las cámaras, creo que pasasteis por el mítico Un, do, tres. Era el año 1984 y el programa iba de las revistas del corazón (¡Cuánto disfruta Chicho con su fina y satírica ironía estos temas, a veces más que con los temas de misterio y terror! ). Vuestra forma de hacer el humor no se le escapó al maestro y contó con vosotros para aparecer en algunos de los sketches que tenían lugar durante la famosa subasta.

Esa gracia aprendida en el barrio sevillano de El Tardón en Triana os salía y os sigue saliendo por los poros. Los hermanos Cadaval llevaís repartiendo alegría y buen humor desde hace 30 años o como vosotros decís una jartá. A lo largo de este tiempo tanto dentro como fuera de los escenarios habéis demostrado vuestra grandeza, creando una serie de personajes -en algunos momentos esperpénticos-, pero más reales de lo que uno se puede imaginar. Omaita, Antonia, Antonio, la Jesi... y, por supuesto, el grito de guerra: ¡Yo-su-aaaaaa! 

Esa bajada al puchero -como si fuera bajada de bandera- de ese codillo de jamón más limpio que la patena, es todo un icono. O esa Nancy de tómbola, vestida de legionario sobre el televisor... Y qué decir de esa mesa camilla en la que de todo se habla.

Aunque en este tiempo habeís actuado en espectáculos de cara al público con gran éxito, y aún siguen tras el éxito de En Positivo (un canto al optimismo), que fue vista por más de 400.000 espectadores, ahora desde el pasado 3 de enero estaís en el sevillano auditorio Fibes con Antónimos. ¿Su objetivo? Revalidar el éxito cosechado con esa magia y espontaneidad que solo ellos saben crear en el teatro.

Volviendo a la televisión, Jorge y César, o César y Jorge, habeís protagonizado algunos de los programas más divertidos del medio (Morancos 007, Omaíta en la primera, El retorno de Omaía o Pánico en el plató) En este año que nos acaba de dejar habeís tenido dos programas: ¡Qué noche la de Reyes!, un especial para TVE y Jugamos en casa, un concurso diario para las tardes de La 1 que los directivos de la pública no tuvieron la suficiente paciencia y fue cancelado.

Vosotros a pesar de todo seguís ahí al pie del cañón. No quiero acabar esta carta sin mostraros mi personal agradecimiento. No quiero dejar de agradeceros vuestra lección de humor y de profesionalidad. Os hice una entrevista en el Hotel Velázquez de Madrid para que me contaraís todo sobre vuestro especial de Reyes que estabaís preparando para TVE.

Esa tarde, mientras charlábamos, me disteís toda una lección de profesionalidad... ¿El motivo? Fuisteis, como siempre: amables, simpáticos, distendidos y eso que en vuestra querida Sevilla teniaís a vuestra madre muy malita. Tanto, que al poco tiempo nos dejó. ¡Jorge! ¡César! ¡Hermanos Cadaval! En mí tenéis una admiradora no sólo en lo profesional; sino también en lo personal. ¡¡¡Gracias por todo!!!... Y una última cosa: este año os he echado de menos en los especiales de TVE.