Pilarita, repescada de 'Gran Hermano 11'

Pilarita, repescada de 'Gran Hermano 11'

Televisión

Las repescas: de segunda oportunidad a completa pérdida de tiempo

3 marzo, 2020 21:43

Tres grandes reality shows ocupan actualmente nuestra parrilla. Los lunes, Pekín Express se deja ver en Antena 3, los martes TVE programa MasterChef y los jueves Telecinco echa el resto con Supervivientes. Pueden parecer programas completamente diferentes, pero tienen algo en común: sus eliminaciones no son definitivas. ¡Incluso La Voz añadió el concepto de Los robos para implementar esta idea en su formato!

Desde hace años, el concepto de repesca ha invadido este tipo de concursos. Se pueden camuflar bajo un nombre u otro, y puede que la mecánica nos parezca justa o injusta, pero lo que está claro es que en todos los concursos alguien regresa a la competencia después de haber abandonado el juego. Y la cuestión es, ¿vale para algo?

Los repescados se convierten en los principales candidatos para la expulsión en cuanto regresan a la competencia

Todos y cada uno de los repescados de la historia de la telerrealidad se han convertido en los principales candidatos para la expulsión en cuanto regresan a la competencia. Las nominaciones les llueven por todos los lados, y si las expulsiones dependen de un jurado, las críticas se intensifican en su dirección. Esto pone al concursante en aprietos, pero no siempre es una mala señal.

Si echamos la vista atrás (muy atrás) recordaremos Popstars, un concurso musical de Telecinco que buscaba formar una girlband. Pocas chicas han mantenido la fama después de pasar por el programa, siendo Roser la alumna más aventajada. Pero ella no fue la ganadora, en este caso Carmen Miriam fue quien acumuló más votos de la audiencia, la misma que había decidido expulsarla unas semanas antes.

Los repescados suelen durar apenas un par de semanas en su segunda oportunidad

Esto caso es la excepción que confirma la norma, lo habitual es que los participantes repescados duren sólo un par de semanas en su segunda oportunidad. Se convierten en un recurso del programa para alargar el concurso si está cosechando un éxito decente, o cumplen con una función muy determinada (como el regreso de Carol a Gran Hermano 11 con el único fin de desestabilizar a Indhira).

El público es caprichoso y desea entretenimiento las 24 horas del día (¡habrase visto!) por lo que las repescas permiten devolver al programa a aquellos concursantes que nunca debieron abandonar el juego en aras del espectáculo. Álex Casademunt, en Operación Triunfo; Amor Romeira, Pilarita, Ana Toro o Igor Basurko, en Gran Hermano; Cristóbal, Lorena o Lluc y Teresa, en MasterChef… Los ejemplos son múltiples, y casi siempre polémicos.

Mientras existan repescas existirán las críticas que las señalan como injustas para aquellos que nunca fueron eliminados. Por ello, quien quiera justicia que apoye aquellas formas de regresar al juego en las que nunca se abandone realmente la competencia, como en Pekín Express, que te mantienes en el país, o el palafito de Supervivientes.

Eso sí, la repesca en la que el público manda es diferente, aquí predominan los deseos de venganza. Y, para que eso ocurra, es necesario que el eliminado vea vídeos, descubra qué piensan de él sus excompañeros y escuche a la audiencia, ya que, cuando se vuelve al juego, no se hace en igualdad de condiciones, se hace convertido en un personaje que actúa tal y cómo el público quiere que lo haga.