Hace ahora dos semanas, la periodista Almudena Ariza decidía rechazar la dirección de los servicios informativos de RTVE tras someterse a un referéndum no vinculante de la redacción. 

La periodista afirmó que, pese a contar con una mayoría de votos, la baja participación del censo no le permitía asumir la atareada gestión de los informativos de RTVE y sacar adelante su proyecto de transformación digital.

Esta renuncia inédita dignifica sin ninguna duda Ariza como profesional ya que, pese a ser un referéndum no vinculante, ninguno de sus predecesores hizo lo propio a pesar de encontrarse con toda la redacción en contra, como José Antonio Álvarez Gundín, director de los informativos de RTVE entre 2014 y 2018, o Julio Somoano, entre 2012 y 2014.

Sin embargo, esta decisión sumergía a la radiotelevisión pública en una nueva crisis para la que se le ha buscado una solución transitoria: el director de Información y ActualidadEnric Hernández asumirá de manera interina este puesto.

Tal y como se ha informado desde Prado del Rey, Hernández buscará durante los próximos meses al nuevo director de los Servicios Informativos de RTVE, mientras que en los próximos días se anunciará al equipo directivo que le acompañará en esta nueva y transitoria etapa.

El problema es que la palabra transitoriedad ha adquirido un nuevo significado en RTVE. Y es que Rosa María Mateo, actual Administradora Única Provisional, llegaba en julio de 2018 para un periodo transitorio de tres o cuatro meses y lleva ya 17 meses en el cargo. De todo, menos transitorio.

Y es esa misma transitoriedad de Hernández como director interino de los informativos de RTVE la que debe preocuparnos ya que, de facto, monopolizará de manera absoluta la información en la pública, agravando cada vez más la situación en la que se encuentra el ente.

El de Hernández, un profesional que nunca ha trabajado en RTVE ni en televisión, es un nombramiento que pone en riesgo seriamente los valores por los que debe regirse RTVE. Al fin de cuentas, el exdirector de El Periódico sólo deberá responder ante Mateo y, al nombrarlo como número 2 del ente, parece plena la confianza que deposita en él.

Por todo ello debe ser urgente la búsqueda de un sucesor de Begoña Alegría y, a ser posible, que salga de la cantera de grandes profesionales de RTVE, que sepa cómo funciona la empresa y que cuente con experiencia periodística en RTVE.