GH VIP 7 está a punto de finalizar y, tras la gala de anoche, son cuatro las candidatas a alzarse con el maletín de esta edición histórica. Como novedad, la gala fue conducida por un soporífero Jordi González, que sustituyó al titular e imprescindible Jorge Javier Vázquez.

Y es que, en una gala de infarto como la de anoche, se echó de menos la picardía y el ingenio de Vázquez, que ha sabido hacer el reality suyo y ha sido capaz de convertirse en pieza clave del engranaje. Su ausencia hace notar sobremanera como la maquinaria falla, convirtiéndolo en el mejor maestro de ceremonias.

Como cada año y cómo manda la tradición, la casa de Gran Hermano vivió su encendido de luces navideño. Las concursantes salieron al jardín y no pudieron evitar la emoción al observar el encendido, e incluso, una Mila Ximénez emocionada, no pudo parar de repetir la preciosidad en la que habían transformado la casa.

La gala contaba con una gran baza: el reencuentro de Adara, con su pasado que todavía es presente, Hugo Sierra, y con su presente, que podría ser futuro, Gianmarco Onestini. Sin duda, el morbo estaba servido. La exconcursante de GH 17, se quedó ojiplática al ver quiénes la venían a visitar.

Con la ayuda del omnipresente Súper, que le decía ‘'qué solo se haría lo que ella quisiese hacer’’, le dio a la concursante a elegir qué persona ver primero, y Adara decidió que quería ver primero a su todavía pareja, Hugo. 

La pareja se recibió con un cariñoso abrazo y, sin poder articular palabra, Hugo le decía: “No vengo a reprocharte nada. Hay muchas cosas que me han dolido obviamente, pero las hablaremos afuera. Creo que merecemos una conversación tranquilos’’. Y todo esto ahora subiendo gratis a la casa gratis. ¡Imagínense si se le llega a pagar! ¡Nos hubiera faltado tiempo de gala para reproches y acusaciones!

Una actitud casi sobreactuada

Hugo entró al búnker con una actitud muy pacífica, casi sobreactuada, jugando de manera consciente y deliberada con los sentimientos de Adara, obviando información crucial a la concursante, como que había interpuesto dos demandas y que le pediría la custodia compartida, o que ha protagonizado Deluxes o portadas de revistas. Vamos, una minucia insignificante.

Toda la conversación transcurrió ante la atenta mirada de Gianmarco, que cruzaba los dedos para que sus temores no se cumplieran. Sin embargo, tras una conversación apacible, presenciábamos un nuevo giro de trama con el beso de Hugo a Adara, correspondido por ésta, dejando noqueado a un Gianmarco que no salía de su asombro, como media España.

Tras este nuevo giro de guión fue Gianmarco quien entró en la sala para hablar con Adara, para pedirle explicaciones, bajo la atenta mirada también de Hugo. Esta última conversación, se resumió en un ''¿Te espero o no?'' del italiano Adara, cuya repuesta fue nueve veces ''no sé'' y un último ''como veas''. Gianmarco quedó devastado ante la frialdad de Adara, quien decía estar dudando todavía.

Un cruce de acusaciones

Luego se vivió la última expulsión de la edición, la de Estela, que se queda así a las puertas de la final. A su llegada a plató le pusieron los videos sobre Diego, y el plató se convirtió en un cruce de acusaciones entre Kiko, Sofía, Diego y Estela, culminando con esta última dando por finiquitada su relación de amistad con el primero y diciéndole que ''eres un mierdas''.

También se repartieron los números para ganar tras un lacrimógeno video-resumen que resumía los concursos de las cuatro flamantes finalistas: Alba Carrillo, Noemí Salazar, Mila Ximénez y Adara Molinero. Sin duda, grandes y merecidas finalistas. Todas ellas han ganado ya mucho, pero solo una, lo ganará todo.