Si ‘MasterChef’ sigue en forma, ¿por qué no podría volver ‘Top Chef’?

Si ‘MasterChef’ sigue en forma, ¿por qué no podría volver ‘Top Chef’?

Televisión

Si ‘MasterChef’ sigue en forma, ¿por qué no podría volver ‘Top Chef’?

El programa, con una duración moderada, podría funcionar en Antena 3

14 noviembre, 2019 13:08

Esta noche, la cuarta edición de MasterChef Celebrity expulsará a un nuevo famoso de sus cocinas. Juan Avellaneda, Boris Izaguirre, Félix Gómez, Tamara Falcó, Vicky Martín Berrocal y Yolanda Ramos están cada vez más cerca la final, pero uno de ellos colgará su delantal de forma definitiva… Al menos, hasta que los repesquen en otra edición, que con este programa nunca se sabe.

El programa, como es habitual, está teniendo muy buena acogida, siendo el espacio más visto todas las semanas (salvo la primera) y demuestra que un buen formato puede aguantar más de quince ediciones entre famosos, niños y adultos sin sentir el desgaste.

Los talents culinarios interesan, y por ello, quizá es un buen momento para que Antena 3 se plantee repescarTop Chef, el programa producido por Boomerang que es primo hermano a MasterChef, pero con cocineros profesionales, en lugar de famosos o de personas que se dedican a otros sectores.

La clave: una nueva duración

Antena 3, en los últimos tiempos, está apostando por hacer una televisión diferente a la de sus competidores, con formatos que acaben a una hora prudencial, y sus nuevas series y programas duran unos 50 minutos.

Sin duda, una menor duración ayudaría a fidelizar al espectador ante un hipotético regreso de Top Chef. Cada emisión tiene su propio inicio, nudo y desenlace, y el espectador quiere saber qué concursante seguirá y cuál recogerá sus cuchillos y se irá a casa.

Pero, al igual que ocurre a día de hoy con MasterChef, en el pasado hubo semanas en la que ha habido que esperar a casi la una de la mañana para saberlo; en el último programa emitido hasta la fecha, en el que ganó Rakel, la cosa se alargó hasta casi las dos.

Tras un descanso de más de dos años, Top Chef podría reinventarse con una duración menor, surpimiendo la prueba final, y que el jurado elimine al cocinero cuyo equipo pierda la prueba basándose en cómo ha trabajado a lo largo del programa. En Top Chef España veíamos tres pruebas diarias, mientras que originalmente sólo hay dos.

Otros cambios que también podrían funcionar

En España hay una corriente televisiva que nos lleva a conocer a los concursantes de cada programa mucho, demasiado. Saber cuáles son sus sueños, sus inquietudes, sus problemas. Hasta en Ninja Warrior nos contaban la vida de los concursantes, cuando a veces era más largo el vídeo de presentación que lo que duraba en el circuito.

En Top Chef es muy necesaria tener una buena empatía con los cocineros, pero en lugar de usar (y abusar) de las entrevistas a cámara, se podían emplear otros recursos. En la versión estadounidense, que en España se pudo ver en Discovery Max, sin caer en el reality morboso, incluso veíamos cómo los concursantes convivían en un hotel y cómo se relacionaban en sus ratos libres.

Podría ser un soplo de aire fresco también que Chicote no tuviera un protagonismo demasiado elevado. Alberto ha sido sin duda el alma del programa, y se esperaría que estuviese en su regreso, pero debería pulir su perfil. Su tono de voz solía sonar a reproche, y a veces destacaba más su carácter que el buen saber hacer de los aspirantes al título de Top Chef.

A veces, el espectador se podía preguntarse si Chicote estaba en Pesadilla en la cocina o en Top Chef, pues era frecuente que se pasase todo el día alterado, regañando, en lugar de dejar a los cocineros trabajar entre fogones y luego limitarse a valorar.

Del mismo modo, es necesario que el resto del jurado tenga más peso; a veces, los compañeros de Chicote parecían meros azafatos culinarios de Alberto, dándole la razón a todo lo que el vasco decía. En la primera edición, Chicote estuvo escudado por Ángel León y Susi Díaz; solo ella permaneció a su lado en las siguientes ediciones, pues luego vimos como jueces a Yayo Daporta y a Paco Roncero, que con dos ediciones se convirtió ya en parte del ADN del formato.