¿Qué contaba el libro de Juan Ignacio Blanco sobre el caso Alcasser?

¿Qué contaba el libro de Juan Ignacio Blanco sobre el caso Alcasser?

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¿Qué contaba el libro de Juan Ignacio Blanco sobre el caso Alcasser?

El periodista experto en crónica negra ha fallecido este miércoles a los 63 años

6 julio, 2019 14:05

Con la serie documental de Netflix El Caso Alcasser se ha reavivado el interés sobre el triple crimen que en los años 90 acabó con la vida de Míriam, Toñi y Desirée, tres amigas adolescentes que salieron una tarde de su casa para ir de fiesta y que nunca volvieron. Por desgracia, pocas semanas después, fallecía Juan Ignacio Blanco a los 63 años, periodista muy ligado al caso y que a través de los medios de comunicación nos hizo sospechar de que tras el asesinato no había dos delincuentes habituales como Antonio Anglés y Miguel Ricart, los culpables según la versión oficial, sino personas de las altas esferas.

Juan Ignacio, junto a Fernando García, el padre de una de las niñas, denunció en el programa Esta noche cruzamos el Mississippi las irregularidades (e incluso chapuzas) que se produjeron en la investigación desde el primer momento de la desaparición, pero sobre todo, cuando se hallaron los tres cuerpos sin vida.

En 1998, Blanco publicó un libro titulado ‘¿Qué pasó en Alcácer? Todas las claves de un triple asesinato que conmovió a España’ y que levantó mucha polémica; tanta, que el libro fue retirado de circulación por orden de un juez.

¿Qué se contaba en ‘¿Qué pasó en Alcácer?’?

En el libro Juan Ignacio difundía el sumario del caso, el cual, como él mismo explicó en la serie de Netflix, robó del despacho de un abogado. A menudo, Blanco añadía comentarios personales para entender cómo un testigo dice una cosa y el siguiente uno muy diferente, cómo con cada nuevo testimonio surgían más interrogantes, tantos como para que resulte imposible hacerse una idea de qué sucedió de verdad en aquel viernes 13 de noviembre de 1992.

El libro es difícil de leer, que el sumario viene trascrito en letra que simula la de una máquina de escribir y es muy incómoda a la vista. En otra tipografía Blanco nos hace reflexiones, enfatiza los datos más importantes de los testimonios, y no deja de hacer preguntas al lector para que reflexionase si lo que recogían los documentos oficiales eran verdad o mentira. Y que “no se podía hablar de dos únicos asesinos. Sin duda, había más”, tal como explica en un capítulo sobre los pelos que aparecieron en los cuerpos.

El secuestro judicial del libro

Junto al texto, de más de 500 páginas, el libro incluía numerosas fotografías tanto a color como en blanco y negro de la caseta en la que aparecieron las tres niñas, de diversas pruebas, fotografías de los principales testigos y acusados, de los fiscales, y lo más peliagudo, imágenes de los cadáveres de Míriam, Toñi y Desirée, tanto en la escena del crimen como posteriormente en la mesa de autopsias. 

Fueron precisamente estas fotos las que llevaron a Rosa Folch, madre de Desirée Hernández, a iniciar acciones legales contra Blanco por considerar que había vulnerado el derecho a la intimidad de ella y de su hija. ‘¿Qué pasó en Alcácer?’ lanzaba su primera edición en mayo de 1998, y unos meses después, el libro quedaba fuera de circulación por orden judicial.

Hasta 400 euros por un ejemplar

El libro dejó de venderse en tiendas, pero ya había muchos ejemplares que habían sido adquiridos. Además, los que se retiraron no fueron destruidos. El secuestro judicial fue entendidos por muchos como una forma de silenciar una verdad incómoda que no se recogía en la versión oficial, y así, ‘¿Qué pasó en Alcácer?’ pasó a ser un libro deseado, precisamente por su prohibición.

En la actualidad es fácil conseguir un ejemplar, pero hay que rascarse el bolsillo. En Amazon piden 200 euros por él, y en la plataforma de ventas de libros de segunda mano Iberlibro hay tres a la venta por 155, 180 y 460 euros. En TodoColección hay dos a 167 y 200 euros, y en WallaPop es donde se encuentran ejemplares más económicos, desde 50 euros.

En los últimos años, el propio Juan Ignacio Blanco se dedicó a vender libros que él tenía atesorados en casa, los cuales suponemos que logró salvar del famoso secuestro. En algunas conferencias en los últimos años se le vio firmando ejemplares, y a través de un grupo de Facebook que administraba él cualquiera se podía poner en contacto para lograr una copia.

Por 30 euros pagados por transferencia, el propio Juan Ignacio te mandaba su libro maldito dedicado de su puño y letra, y agradecía al comprador que ayudase para lograr justicia con Míriam, Toñi y Desirée. Blanco cumplía su palabra una vez recibido el pago y lo enviaba, pero por correo ordinario, sin certificar, sin remitente, sin ni ninguna dirección a la que devolverlo en caso de no conseguir entregarlo.