¿Qué tiene ‘Forjado a fuego’ para ser tan adictivo?

¿Qué tiene ‘Forjado a fuego’ para ser tan adictivo?

Televisión

¿Qué tiene ‘Forjado a fuego’ para ser tan adictivo?

Mega ha estrenado nuevos capítulos de este concurso de construir cuchillos y espadas

26 junio, 2019 09:02

No sé cuánto tiempo hará que descubrí haciendo zapping Forjado a fuego en Canal Historia. Un programa que en casa apodábamos ‘Operación Herrero’ y que consistía en ver quién de los participantes es capaz de construir, en un determinado tiempo, el arma que los jueces propongan. Una alabarda alemana, una espada sica, una cinquedea o unos cuchillos mariposa, ¡cualquier cosa te pueden pedir!

Así, poco a poco, Forjado a fuego se convirtió en uno de esos programas que pones de fondo, que te permiten estar cenando, respondiendo mails o recogiendo la casa mientras lo ves, un poco en la misma línea de Los Simpson o Friends. Que hacen buena compañía, que te hacen estar pendientes de lo que pasa pero también llevar otros temas a la vez.

Además, ¡es difícil no caer en la tentación de verlo! Y es que no solo están en Canal Historia, sino que también están ahora en Mega ahora con nuevos episodios.

¿De qué va ‘Forjado a fuego’?

La esencia de Forjado a fuego no es equiparable al de otros formatos en los que haya que cumplir un reto aplicando tus conocimientos, como MasterChef, Masters de la reforma o Maestros de la costura.

Este programa te mete en un almacén que da calor con solo mirarlo, en el que huele a testosterona y a sudor metálico. En escasos 40 minutos te dan una pincelada de cada concursante para que elijas cuál es tu favorito, cuál quieres que gane a pesar de que su hoja tenga grietas, o que su filo no sea el más cortante.

Forjado a fuego tiene además su punto cultural, pues a los concursantes les piden armas cuya existencia desconoce el ciudadano medio. Admito que muchos de esos nombres, como mucho, los conocía de oídas de algunos videojuegos de matar zombies y poco más. Así, nos explican cuál es el origen del arma y cómo se usaba, por qué tiene esa forma, qué movimientos favorece.

La parte más fascinante, para mí, es la fina, cuando los dos mejores forjadores tienen cinco días para construir un arma bastante compleja que será probada en el plató. Por lo general, se suele probar en un maniquí realista que acaba hecho trizas, y el jurado valora cómo la espada de turno ha fracturado la columna, reventado el estómago o traspasado el cuerpo por completo.

“Sin duda, tu arma matará” es lo más bonito que se le puede decir a uno de estos concursantes. Es el “cruza la pasarela” de esta ‘Operación Herrero’ que no tiene de premio montar tu propia forja ni llevarte a casa toda la maquinaria que has usado en el concurso: su premio son 10.000 dólares, los cuales a veces son difíciles de ganar.

¡Y ahora llega su secuela!

Ahora ha llegado a Mega la secuela o el spin-off del programa, Forjado a Fuego: Cuchillo o muerte, que también es una pasada. En Canal Historia lo han estado emitiendo los miércoles por la noche y no sé qué audiencia tendría, pero yo he tenido semanas en las que no me perdía una.

Este concurso se puede resumir en cuatro palabras: “corta todo y ganarás”. Allí van antiguos concursantes de Forjado a fuego (y también nuevos participantes) con su arma favorita, con la que tienen más destreza, la hagan forjado ellos o la hayan comprado.

Tras una prueba de seguridad tienen que enfrentarse a un primer circuito en el que hay que cortar cuerdas, palos, tubos, cintas, pollos, salmones, bloques de hielo y cualquier cosa que sea susceptible de ser cortada.

Las dos personas que mejor hagan la prueba, en menos tiempo, pasarán a un circuito final en el que se batirán de nuevo cortando más palos, tubos, cuerdas y bloques de hielo hasta parar el cronómetro.Quien lo haga más ligero se lleva el premio. 

Sin darte casi cuenta, te pasas 40 minutos viendo tíos cortando objetos, y tú miras emocionado, pensando que debería cambiar la dirección de los impactos, te preocupas si se les dobla la hoja, o lo pasas mal si al participante en un momento dado le fallan las fuerzas y tiene que entrar el equipo médico (cosa que ha pasado).

¿Lo más fascinante de Forjado a fuego: Cuchillo o muerte? El nombre de las pruebas. Y es que, pese a que todas consisten en cortar cosas sin más, los desafíos tienen nombres tan fascinantes como ‘La línea de la vida’ o ‘Tormenta de fuego’.

¿Y si se hiciese una versión española?

Admito que, sin darme cuenta, más de una vez me he tragado dos y tres programas seguidos de Forjado a fuego, ya sea del original o de su secuela. Y no sé qué tiene, pero engancha y mucho.

Me encantaría que en España se adaptase cualquiera de los dos formatos, pero sabemos que no se llevaría a cabo de manera fiel.

Aquí veríamos cinco minutos de cada concursante explicando su vida, lo mal que lo pasaron de pequeños por problemas familiares, cómo un accidente cambió su vida, cómo la forja les ayudó a salir de una depresión o cualquier historia por el estilo. Y de los 40 minutos originales aquí se emitiría un programa de mínimo dos horas o dos horas y media, en el que se viese mucho drama personal y muy poco corte. Como ocurría por ejemplo en Ninja Warrior, que a veces el vídeo de presentación del concursante duraba más que su circuito en sí.