Los habitantes de la Playa Pirata de Supervivientes 2019 recibieron un pergamino del Capitán Morgan: les esperaba en lo más profundo de la selva para hacer un intercambio y recomendaba que mandasen a los dos mejores negociadores.

Omar Montes se ofreció en primer lugar, y junto a Lidia, emprendió el camino hasta lo alto de la montaña acompañado por un cofre de doblones de oro. Las prioridades de la negociación eran claras: “Necesitamos fuego lo primero, lo segundo gafas de buceo, en tercero esterillas y en cuarto comida”, decían en la playa.

Al llegar hasta el Capitán Morgan, se encontraron un nuevo pergamino según el cual tenían que acceder al trato, consistente en dejar 1895 doblones, a cambio de una recompensa que no podían ver, y que se ocultaba tras una tapadera.

"¿Limón? Me cago en mi vida"

Omar y Lidia accedieron, y se encontraron seis limones. “¿Limón? Me cago en mi vida, me cago” se quejaba Omar, mientras su compañera se reía diciendo que los de la playa les iban a matar. “¿Por qué, encima que hemos hecho el camino, este camino de la puta vida martir? Me dan ganas de meterle al Capitán Morgan en la boca y mandarlo allí, cabrón” decía el joven. “Estaban pensando estos en gafas de bucear. Gafas de mis cojones”.

Al llegar a la playa, sus compañeros no se tomaron tan mal la recompensa. “Es lima, es limón peruano, con eso se hace ceviche” apuntó Aneth. “El pescado crudo con esto está bueno”, se consoló Colate.