La sexta edición de MasterChef echó el cierre este lunes. Ha sido una de las ediciones más lacrimógenas y sensibles que se han conocido desde que el formato aterrizara en España. Pero, finalmente, la cocina fue mucho más importante que las historias personales de cada uno. 

Marta Verona, de 23 años, fue la primera en colarse en la prueba final de este lunes. Después llegaría el turno de Ketty, con la que se ha tenido que enfrentar en el duelo final del programa.

Dos estilos de cocina muy distintos tenían lugar en la última prueba del programa. A un lado del ring estaba la cocina más tradicional española y al otro llegaba la fuerza de Cuba. Pero el menú de Marta es el que ha convencido más al jurado. Un menú formado por un gazpacho, una caldereta de langosta y salmonete y un postre de macarons de frambuesa con helado.

Marta se hace así con los 100.000 euros de premio, la posibilidad de publicar su propio libro de recetas y un curso de formación en la universidad de Ciencias Gastronómicas Basque Culinary. Y, casi lo más importante, el tener a sus espaldas el título de este programa para empezar su propio camino en el mundo de la restauración.

Marta comenzó a cocinar gracias a que su padre se apuntó a clases de cocina y decidieron practicar juntos. Su pasión por los alimentos le llevó a estudiar Nutrición y Dietética para ayudar a la gente.

MasterChef sigue siendo una de las grandes bazas de TVE. La final de este lunes subió hasta su mejor resultado de la temporada, con un 27,7% de cuota de pantalla y casi 3 millones de espectadores.