Fotomontaje de Netflix y Javier Cárdenas.

Fotomontaje de Netflix y Javier Cárdenas.

Televisión

¿Cómo se miden las audiencias en España? ¿Es posible manipularlas?

Javier Cárdenas se ha quejado de que Kantar Media castiga las audiencias de sus programas

7 junio, 2018 13:42

Javier Cárdenas no acepta la realidad. Tanto la crítica como el público no aprueban sus programas. Sin embargo, el presentador cree que la culpa de la baja audiencia de sus formatos desfasados y más propios de la televisión de los 90, es de Kantar Media, la empresa que mide las audiencias de la televisión en nuestro país.

“No quiero entrar, porque cuando entre entraré a saco. Todos sabemos de televisión y sabemos bastante de audiencias. No nacimos ayer. Cada vez que he dicho esto me ha repercutido a nivel de audiencia", declaraba este martes en Levántate y Cárdenas en Europa FM.

"Cuando envías un email para hacer un reportaje sobre cómo funciona la medición ni te contestan. Tú nos estás valorando cada día, al menos contesta a un email", declara el presentador para cerrar el tema con un "lo que tenemos preparado es demoledor".

¿Tiene razón Cárdenas? ¿Es posible manipular la audiencia? “Hay controles muy estrictos, la metodología es muy secreta y es imposible que haya trampas. Además, se anulan aquellos datos que son viciados”, explican fuentes del sector a este portal.

En nuestro país, las audiencias son medidas a partir de 4.755 audímetros repartidos proporcionalmente por toda la geografía española a partir de estudios sociodemográficos. La muestra está ponderada a través de los datos del Instituto Nacional de Estadística y presenta un margen de error bajo: entre el 1% y el 5%.

“Las televisiones no pueden saber dónde están los audímetros. Las familias firman una clausula de confidencialidad. Hay un margen de error muy pequeño en las mediciones. Evidentemente, cuanto más segmentada esté la medición, más margen de error existe”, continúan.

Preguntas para evitar engaños

Cada audímetro lleva consigo un mando a distancia con un botón asignado a cada miembro de la familia. “Al encender la tele, cada miembro de la familia tiene que presionar su botón para que el aparato sepa quién está viendo la tele. Asimismo, de vez en cuando, va preguntando cosas para evitar engaños”.

Evidentemente, llevar a cabo tan tediosa tarea, tiene su recompensa. “Hay una cartilla de puntos con la que las familias pueden conseguir diversos regalos”.

Pero, además de estos controles a los espectadores con audímetros, el mercado ha creado de forma consensuada dos organismos, el Comité de Usuarios y el Consejo de Control, cuya existencia y función garantiza el control y transparencia de la operación que realiza Kantar Media. En ambos organismos están representados todos los usuarios de la audimetría por sectores. Televisiones, centrales de medios, anunciantes, agencias y otros eligen periódicamente los miembros que les han de representar en estos organismos.

Tampoco hay que olvidar que durante los últimos tiempos, Kantar Media ha ido introduciendo mejoras en la medición de audiencias como la inclusión de la audiencia en diferido, o recientemente a los invitados. Esto último ha llevado a un incremento del consumo mensual de televisión de entre un 6% y un 8%, según estudios del mercado, repercutiendo así en los resultados mensuales de las cadenas.

La única forma de 'falsear' datos

De esta manera, la única 'forma' de poder trampear datos de audiencias es a través de ciertas estrategias de programación. Y así, las cadenas de televisión trocean sus programas para eliminar de la suma total de su audiencia los primeros minutos de la curva de cuota de pantalla. El dato sube y no afecta a la programación. Un truco que usan casi todas las cadenas.

Algunos lo llaman programa express, otros lo llaman previo y muchos usan la fórmula del anteriormente. Las cadenas usan esta estrategia cuando su programa se emite después de un espacio que no tiene tanta audiencia. De esta forma, no se perjudica tanto al espacio que se emite a continuación y, a final de mes, las medias son superiores a la realidad.