Pasan los días y ya queda menos para que Amaia y Alfred ofrezcan su actuación definitiva en Eurovisión. Pero para que los espectadores vean a los españoles en la gran final, primer hay una semana de intensos ensayos en la que los artistas cuadran a la perfección sus ensayos. Y este domingo ha sido la segunda oportunidad para España para probar su puesta en escena en el Altice Arena de Lisboa.

En este segundo ensayo de España se ha podido un mayor cuidado de los movimientos de los cantantes respecto al ensayo que vimos el pasado viernes, la primera vez que se probaban en Eurovisión. Sin embargo, el estilo de la actuación sigue siendo el mismo.

La puesta en escena son Alfred y Amaia y su conexión sobre el escenario. Por eso la cámara juega en numerosas ocasiones a girar sobre ellos dos con la intención de hacer entender su historia de amor a los espectadores que no conocen su relación. 

En esta ocasión, Amaia ha probado un vestido más oscuro con algunas transparencias en los brazos, dejando atrás el blanco con el que actuó en los ensayos del viernes. También Alfred ha probado un nuevo traje, esta vez de color azul. 

Ha habido pequeñas variaciones de iluminación, más cálidas y que le han dado a la escena una atmósfera más íntima. La puesta en escena sigue siendo la misma en su esencia, minimalista y sólo usando la iluminación para decorar el escenario. 

Aunque se han empezado a usar más primeros planos en esta segunda ocasión, todavía faltan algunos encuadres en los que se vea la conexión entre los dos cantantes. Y es que Europa debe entender una historia de amor que los españoles ya la conocen por Operación triunfo. 

Respecto a la falta de climax final del que tanto se había hablado en el anterior ensayo, en esta segunda oportunidad se ha visto un mayor esfuerzo por intentar que la canción pegue un gran empujón en ese momento. Gracias al golpe de luces y a la unión de las manos de los dos cantantes se consigue la explosión de la canción, a la que todavía le falta conseguir su colofón final.