Era la 1:30 horas de la madrugada cuando algo ocurría en el plató de Operación triunfo. Parecía que se acercaba el final del programa de TVE. Roberto Leal estaría a punto de anunciar quién era el ganador del talent musical que ha revolucionado el panorama. Pocos esperaban que todavía quedase por delante media hora de programa debido a unos inesperados fallos técnicos. 

Roberto Leal le pedía a Cepeda que dijese algo sobre las finalistas, Amaia, Aitana y Miriam. El micrófono de Cepeda no funcionaba y el público que se encontraba viendo el programa desde el plató no escuchaba nada. Por muchos micrófonos que el presentador del programa le prestaba al concursante, ninguno se escuchaba. Se mascaba la tragedia en Operación triunfo. 

Mientras se producía esta conversación y Roberto Leal hacía un repaso a la trayectoria de las finalistas por el programa, el equipo técnico de OT se encargaba de montar la escenografía con la que iba a actuar David Bisbal al final de la gala: un piano en el centro del foso, rodeado de todo el público. El finalista de la primera edición de OT tenía preparado un medley de cuatro minutos de sus grandes éxitos para la despedida del programa. 

De pronto, en medio del silencio, un estruendo. Parecía que un altavoz había estallado. Pero fue algo más serio. La mesa de mezclas se había estropeado y el programa no podía continuar. Un formato musical sin música: en Operación triunfo estaban temiendo lo peor. 

Roberlo Leal intentó alargar la gala como pudo preguntando más de lo necesario a las tres finalistas del programa. Preguntó y repreguntó. Por suerte para él, Miriam ofreció un speech de varios minutos que hizo que el equipo del programa tuviese algo de tiempo para solucionar el asunto. 

De forma inesperada, Leal hacía que las finalistas del programa se levantaran para ir a la pista central. Bisbal no cantaría. Los problemas de sonido hacían imposible que el de Almería pudiese hacer su gran show como traca final. Con el sonido a medio gas y sin que el público allí presente pudiese escuchar bien lo que el presentador decía, Roberto Leal dijo el nombre de la ganadora: Amaia. El público enloqueció. Por suerte, habían entendido lo que había pasado aunque no se escuchase. 

OT se quedó afónico. Tal vez es que está pidiendo un descanso para regresar

Roberto Leal anunciaba a Bisbal para que diese un discurso a los concursantes, ya que no podía cantar delante de ellos. El público le pidió al cantante que hiciera algo a capela. Bisbal cogió el micro y cantó Mi princesa, pero con serios problemas de sonido que enturbiaron la gran final.

OT se quedó sin sun chimpún final. Sin su petardazo. O su petardillo. Sin sus fuegos artificiales. Al final, todo el mundo estaba más pendiente de los problemas de sonido que estaba teniendo el programa que de lo que estaba pasando sobre ese escenario. Y es algo que un programa como OT, que ha ido tan rodado durante toda la edición, no se podía permitir. OT se quedó afónico. Tal vez es que está pidiendo un descanso para regresar de nuevo con ganas de más.

Un giro dramático para una gran final

OT se despide con la espinita de no haber ofrecido un espectáculo redondo a los espectadores. Y es que, hasta que no sonó el despertador de la madrugada, la gala estaba rondando a la perfección.

El talent musical habría ofrecido una dosis muy equilibrada de espectáculo y sentimentalismo. Una gala llena de vídeos para recalcar que el programa se estaba despidiendo por el momento. Para recordar que se había vivido algo con muy pocos precedentes entre esas cuatro paredes.