Parece que los roces de Jorge Javier Vázquez y Risto Mejide en Got Talent han tocado fondo hasta el punto que el presentador de Sálvame se ha planteado abandonar. “Me dan ganas de largarme de aquí”, le decía muy serio a Eva Hache.

Y todo comenzó con una fuerte discusión tras la actuación de María Carmen. “Me parece muy banal lo que acabas de hacer, Jorge Javier, no es una cuestión de entenderlo o no entenderlo. No nos dejes de estúpidos a los que no nos gusta lo que a ti”, le decía Risto tras la valoración y antes de comenzar una fuerte discusión.

Jorge Javier admite su melestar

"Durante las grabaciones de las audiciones sí que hubo bronca heavy entre Risto y yo. Muy heavy. Tanto que nos dejamos de hablar durante algún tiempo", contaba este miércoles el presentador en su blog en la revista Lecturas. "Cosa que, por un lado, me gusta porque significa que vivo con pasión mi profesión. Y por otro, no me hace tanta gracia porque creo que ya soy mayorcito para llevarme esos sofocones", dijo. 

Para tratar de aclarar lo que hizo que los dos llegaran a ese punto, Vázquez habla de la intensidad que hay en esas grabaciones."Grabamos las audiciones durante dos semanas de julio y dos semanas de agosto. Muchas horas seguidas, finalizada ya la temporada, con mucho cansancio acumulado", cuenta en su declaración. 

Desde entonces, parece que Risto y Jorge Javier no han vuelto a hablar de este episodio que, por sus palabras, todavía se sigue arrastrando semanas después. "Ahora, echo la vista atrás y tampoco sé muy bien lo que me llevó a saltar. O sí lo sé, pero tampoco quiero incidir en ello porque Risto tendrá su versión, yo la mía y la verdadera será la mezcla de las dos", asegura. 

"El caso es que, a cuatro días de acabar las audiciones, más cerca de las once de la noche que de las diez, apareció una actuación que no era nada del otro jueves. Del montón, vamos. A la hora de evaluar, yo dije una chorrada porque no me salió decir otra cosa, Risto me replicó de una manera que me sacó de mis casillas, apareció mi vena flamencona, y le canté las cuarenta", cuenta sobre aquel momento. "Durante mi perorata prometí no volver a dirigirle la palabra durante los días que nos quedasen de programa y acabamos la noche como buenamente pudimos", relata.