Siempre ocurre lo mismo: una inocente pregunta ha acabado con un momento muy incómodo en el plató de Sálvame. Belén Esteban hablaba sobre su futura boda y confesó que no invitaría ni a Matamoros ni a Paz Padilla. En ese momento empezaba el lío.

Belén explicaba que la presentadora quería a todo el mundo y la aludida no ha podido disimular su molestia tras escuchar sus palabras: “Estas cosas me duelen, llevo ocho años trabajando aquí contigo, de verdad que procuro ganarme la amistad de todos, que no es fácil, pero cuando digo que os quiero es verdad”.

“No me estoy mofando de ti”, le ha respondido Belén, “yo te admiro cuando te oigo, tampoco quiero que te sientas mal y si te duele lo siento, pero me hicieron una pregunta y tenía que ser sincera”.