En su búsqueda incansable por conseguir unos criterios óptimos de rentabilidad, las televisiones generalistas han empezado a optar por irse a grabar programas que son adaptaciones de formatos extranjeros a aquellos países donde ya se graban.  

Es el caso, por ejemplo, de The Wall, el nuevo concurso de Telecinco presentado por Carlos Sobera que será grabado en París debido a que el concurso incluye un muro vertical de 12 metros de altura alojado dentro de un plató de grandes dimensiones, infraestructura no existente en España.

De ahí que la grabación vaya a realizarse íntegramente en París en los Estudios 204 (La Plaine Saint-Denis), escenario que compartirá con otras producciones europeas del programa y en el que se han grabado emblemáticos espacios como ‘Le grand concours des animateurs’ de TF1 y ‘La France a un incroyable talent’ (‘Got Talent’ Francia) de M6.

También se grabará en el extranjero la nueva edición de Me resbala, el programa de humor que presentaba Arturo Valls entre 2013 y 2015. En este caso, el espacio producido por Shine Iberia se grabará en la vecina Portugal, donde también se encarga del formato original, ya que los decorados del plató que había en Madrid han sido destruído.

En este caso hay que tener en cuenta, además, que Antena 3 no ha dado luz verde a un número determinado de entregas por lo que económicamente es más rentable reutilizar un plató que volver a construir uno nuevo.  

Una estrategia habitual

Esta estrategia no es nada nueva en Europa. De hecho, la producción de diferentes versiones locales del programa de MTV Vergüenza Ajena para Francia, Italia, África y Holanda fueron grabadas en Madrid.

Lo mismo ocurre con Supervivientes ya que italianos y españoles se alternan en la grabación del programa en Cayos Cochinos. De hecho, hasta que no acaba la edición italiana, no comienza la española.  

Asimismo, antes de conseguir ser un éxito en Italia, Cadata Libera, la versión de ¡Ahora caigo¡, también se grabó en los estudios de Barcelona para así ahorrar costes de producción.

El caso de Alatriste

En ficción también existen ejemplos de cadenas que han preferido rodar fuera de nuestras fronteras para ahorrar costes. Se trata por ejemplo del caso de Alatriste, la fracasada serie de Telecinco que se rodó en Hungría.

Este decisión, sin embargo, fue duramente criticada por el sindicato de técnicos audiovisuales españoles (TACE), que cuestionó "llevarse fuera una producción de 200 empleos, que debería ser ejemplo de 'marca-España'”.

Por su parte, Mediaset España se defendió diciendo que "la estructura de producción de Alatriste sería inviable si no contara con los decorados ya construidos en Budapest, utilizados por los más prestigiosos estudios para coproducciones como Los pilares de la Tierra o Los Borgia”.