Mercedes Milá siempre se ha definido por una ser una entrevistadora dura. Como entrevistada tampoco se diferencia mucho. Con esa actitud imperiosa que siempre le acompaña, entrevistarla a veces se acerca más a una contienda que a una charla. Y más si pide que no se le pregunte por Gran Hermano. 

No le falta razón. Sabe que cualquier cosa que diga sobre el programa que le ha acompañado durante los últimos quince años puede comerse a su nuevo proyecto en Mediaset, Convénzeme, un programa en el que distintos protagonistas tratarán de convencer a la presentadora acerca de las razones por las cuales se deben o no se deben leer distintas obras de diverso género.

¿No es un poco arriesgado un programa de televisión sobre libros?

Todo lo que tiene riesgo, me gusta. Toda mi vida he sido así. Y es bueno que los libros tengan riesgo porque eso hacen más emocionante conseguirlo.

¿Cómo habéis hecho para hacerlo interesante para la audiencia?

Cualquier cosa que toque la literatura es interesante. Y si viene de mano de los lectores es más apasionante.

Siempre he hecho lo mismo: hablar con seres humanos con un formato u otro.

Pero hay que trasladarlo al lenguaje de la televisión…

Eso es lo que hemos hecho. Pero es difícil expresar con palabras lo que luego se va a ver. Hacemos entrevistas a gente que recomienda libros para leer y libros con los que no hay que perder el tiempo. Pero tendrás que esperar para verlo.

¿Hay proyectos grandes y proyectos pequeños?

Este entra de los proyectos mini, más pequeño que pequeño. Es un proyecto pequeñito con mucha potencia dentro y con mucha esperanza de futuro. Es una experiencia tan nueva y tan diferente de lo que he hecho siempre que me tiene con más interés.

En tu caso pasas de Gran Hermano en Telecinco a un programa de libros en la TDT, ¿cómo se lleva eso?

¡Te has saltado mi carrera entera! Empecé haciendo cosas pequeñas, fui creciendo, haciendo cosas medianas, luego más grande y luego la más grande. Y ahora vuelvo al origen de las cosas: una semilla pequeña que si tenemos suerte terminará siendo un gran árbol.

Para los más jóvenes eres la de Gran Hermano. ¿Es una forma de mostrar que hay otra Mercedes?

No. Mercedes siempre ha sido lo mismo. Es hablar con seres humanos con un formato u otro. Lo que hago siempre es mirar a los ojos, a las manos y hablar.

Para muchos es contradictorio un programa de libros en Mediaset. ¿Qué les dirías a los que piensan así?

Nada. No les tengo que decir nada a nadie. Lo único que voy a hacer es dar la voz a los lectores para que nos convenzan que en esos libros hay felicidad. Y si Mediaset me ayuda, bendito sea.

¿Qué libro tienes ahora en la mesilla?

Se llama Patria, de Fernando Aramburu.

¿Qué libro de los que han escrito tus compañeros de Mediaset recomendarías?

No, no. Yo estoy aquí para preguntar, no para decir que leo o no leo. Si algún lector los traen, bienvenido sea. Vente un día y me los dices.

¿Y a ti nunca te ha entrado el gusanillo de escribir?

No. Jamás. Ni lo haré. No es lo mío. El amor por la literatura me impide escribir. No insistáis. Nunca voy a escribir un libro.

No insistáis. Nunca voy a escribir un libro.

¿Qué te ha parecido que le dieran el Nobel a Bob Dylan?

Mal. En las librerías españolas hemos vendido cero libros del premio Nobel. Comprendo que no suena bonito. Pero el premio Nobel es una oportunidad para un negocio muy pobre y, si encima que se lo dan a un cantante, nos quedamos sin libros que vender. Desde el punto de vista subjetivo de una librería preferiría que se lo dieran a un escritor. Yo entre Dylan y Leonard Cohen, que descanse en paz, prefiero a Cohen.

¿Se te ha quedado un espinita clavada con Diario de…?

No. Hice diez años de Diario de… Dejé todo lo que pude y más. Estoy orgullosa de lo que hice. Se terminó y se terminó. Da pena cuando acaba un programa y se ha hecho con tanto esfuerzo y cariño. Yo ahora estoy en Convénzenme.

¿Sólo estás con Convénzeme?

¡Cómo sois los periodistas en los estrenos de un programa! Es como la madre que acaba de parir y le preguntan cuándo va a tener el próximo. Yo estoy con la criatura en la cuna. No, ahora en serio, no tengo nada.

Has pedido que no se pregunte por Gran Hermano. ¿Cansa?

No, no es que no me guste. Creo que hay que respetar los tiempos y es el tiempo de Convénzeme. Un programa no se puede comer el otro.

Eres periodista y sabes que hay cosas que no se pueden evitar preguntar…

Como soy periodista sé es que si hablo una sola palabra de ese programa, el otro desaparece. Y como no estoy dispuesta, pasapalabra.