'La que se avecina' ironiza sobre el independentismo catalán en la escalera

'La que se avecina' ironiza sobre el independentismo catalán en la escalera

Televisión

'La que se avecina' ironiza sobre el independentismo catalán en la escalera

18 octubre, 2016 22:45

Una de las tantas reuniones que se organizaron en Mirador de Montepinar este lunes no terminó muy bien. Aunque la mayoría de estas reuniones de vecinos terminan en pelea, la serie de Telecinco tenía organizada una gran sorpresa para los espectadores que, sin embargo, hace un guiño a la situación que vive el país en estos momentos. 

Y tuvo que ser Antonio Recio el que tomase la palabra para hablar de independencia: "Vecinos, en vista de las medidas de presión adoptadas por esta gentuza, me veo en la obligación de anunciar la independencia del rellano del primer piso. No pienso seguir bajo el yugo de un Gobierno central que nos sangra y acogota". Un discurso que puede sonarle a más de uno y que, sin embargo, sólo hacía referencia a las cuotas que había que pagar en este famoso bloque de vecinos. 

"Desde este momento ejerzo mi derecho a la autodeterminación, así que ya podéis despediros de las cuotas", decía el vecino más sarcástico de Montepinar al resto de sus convecinos. Una declaración sobre la independencia que llega apenas unos días después del Día de la Hispanidad, cuando el tema sobre un futuro referéndum en Cataluña está a la orden del día. 

El discurso de Antonio Recio bien podría haberse escuchado en el Parlament. Sin embargo, esta sátira se escuchó en Telecinco ante más de 3,5 millones de personas. El altavoz no es pequeño. 

"Yo me sumo al pulso independentista", se unían algunos vecinos. "Antonio, no es legalmente posible la secesión de un rellano", decía la cabeza inteligente de Enrique pastor. "Los estatutos son intocables. La comunidad de propietarios es única e indivisible", continuaba Pastor con otro discurso político expuesto con toda la ironía del mundo. 

"Porque tú lo digas", replicaba Recio. "La ley", decía Pastor. "¡Hay un vacío legal!", gritaba el pescadero (o mayorista) a los cuatro vientos. "No todo el mundo tiene mi mente privilegiada. Yo me cuelo en los recovecos del sistema legal como una culebrilla.