¿Saben que la segunda temporada de Sense8 se estrenará en Netflix el día de Navidad? Dentro de siete meses. Y, sin embargo, ya sabemos su fecha de estreno. TVE pretende estrenar la (posible) última temporada de Aguila Roja dentro de unos días y todavía no lo ha anunciado. Ni a la prensa ni a los espectadores. Y es que los españoles somos dados a guardar demasiados secretos.

Lo mismo pasa en Eurovisión. Si el resto de candidaturas enseñan sus cartas semanas antes de que el Festival se celebre, España no quiere revelar lo que hará sobre el escenario hasta que vemos los primeros ensayos. Por cautela o porque realmente no saben lo que van a hacer hasta que se suben sobre el escenario.

Este año, la propia Barei llegó a decir ante la prensa que si la televisión sueca se lo permitía no relizaría la sorpresa de su actuación hasta el último ensayo. Se refería a la caída en medio de su canción que hará que el escenario se vaya a negro durante unos segundos. La televisión sueca, por supuesto, no se lo ha permitido. Y es que Eurovisión tiene que estar ensayado al milímetro.

La delegación española (y sus correspondientes equipos cada año) todavía no ha llegado a entender que no guardarse ningún as en la manga no es un lastre. Sólo hay que fijarse en Suecia. A Eurovisión acude el ganador del Melodifestivalen, el certamen propio de los suecos con un gran seguimiento cada año. Allí se ejecuta la misma realización que se verá en Eurovisión meses más tarde. Cero cambios, cero sorpresas.

Y, sin embargo, ganan. Prueba de ello son las candidatutas de Loreen y Mans Zelmerlöw. Dos representantes con una puesta en escena innovadora que les hizo llamar la atención desde que se conociese la canción. Semanas antes ya se sabía lo que iban a hacer en Eurovisión y, todavía así, ganador.

De España poco sabíamos antes de que Barei partiese hacia Estocolmo. "La gran sorpresa es mi punto fuerte", decía la española antes de viajar. El maquillaje, el vestido o el rol del coro ha sido una incógnita hasta que se vieron los primeros ensayos. Como consecuencia: poco margen de maniobra de cara a la gran final y muy pocos cambios en los ensayos. 

Barei viajaba a Estocolmo con un tema que se colaba en el TOP 10 de las canciones favoritas de los seguidores del Festival. Una vez se ha visto lo que la cantante pretende hacer sobre el escenario, se estima un puesto 17 en las casas de apuestas. Las críticas llegaron a la prensa cuando Barei pisó por primera vez el escenario del Globen Arena. Y es que hasta ese momento no se sabía nada de lo haría.