Cuentan con perfiles, personalidades y procedencias muy diferentes y han alcanzado la popularidad en sectores como la moda, la televisión y el espectáculo. Pero a partir de este jueves todos partirán de cero: un grupo de 16 concursantes famosos iniciará la aventura televisiva más importante de sus vidas en el estreno de Supervivientes: Honduras, nueva edición del concurso de supervivencia que regresa a Telecinco (22:00 horas) tras alcanzar cifras millonarias de seguimiento en su última entrega en televisión, con un promedio del 27,3% de share y 3.343.000 espectadores.

Conducido por Jorge Javier Vázquez, con el apoyo de Lara Álvarez desde el país centroamericano, y con el debut de Sandra Barneda al frente del Debate, el programa que la cadena produce en colaboración con Bulldog TV, trae consigo novedades en la mecánica que sorprenderán tanto a la audiencia como a los espectadores; nuevas localizaciones que propondrán un importante contraste en las condiciones en las que podrán vivir los supervivientes; juegos más impactantes e inesperadas visitas a la isla.

La aventura que iniciarán Mila Ximénez, Yurena, Víctor Sandoval, Dioni, Cristian Nieto, Antonio Tejado, Suso, Yola Berrocal, Mari Carmen Torrecillas, Steisy, Paco de Benito, Carla Barber, Mario d’Amico, Jorge Díaz, Miriam Saavedra y Dulce contará con una completa cobertura en todos los soportes de Mediaset España: en televisión, galas y debates semanales en Telecinco, resúmenes diarios y una atención especial en Cazamariposas en Divinity.

Un equipo de 260 personas trabaja desde hace meses para realizar la mejor narración posible de la aventura, que pondrá en juego 200.000 euros de premio para el ganador y se hará realidad gracias a un espectacular despliegue técnico y a la colaboración de las autoridades hondureñas en materia de prevención y seguridad.

La aventura que protagonizarán los 16 participantes famosos en Supervivientes: Honduras descubrirá al espectador nuevas localizaciones, como Laguna Cacao en la parte continental del país; juegos más impactantes que pondrán a prueba la resistencia física, la destreza y la capacidad mental de los concursantes y en los que estarán en juego cada semana la condición de líder de los supervivientes, así como diferentes recompensas que facilitarán su día a día; sorpresas en la mecánica sobre la que se desarrollará el concurso; e inesperadas visitas a los Cayos Cochinos de personas allegadas de los concursantes.

Playa Paraíso vs. Laguna Cacao

Diferentes condiciones para la supervivencia Vivir en un cayo idílico, rodeado de aguas color turquesa y en condiciones más favorables para la subsistencia, frente a sobrevivir en una nueva localización continental ubicada en una zona con extensa vegetación drenada por costa y humedales, en las que las condiciones serán más difíciles para superar el día a día. Los supervivientes pugnarán cada semana a través de una espectacular prueba que se desarrollará en la gala de prime time por ganarse el derecho a elegir entre Playa Paraíso y Laguna Cacao el lugar en el que van a ‘disfrutar’ de la aventura hondureña.

Playa Paraíso: ubicada en un cayo rodeado de aguas cristalinas y arena blanca, este enclave, con acceso a determinadas comodidades, hará que los concursantes afronten la supervivencia desde un punto de vista más confortable.

Laguna Cacao: esta nueva localización en la parte continental de Honduras es el hábitat preferido de una extensa variedad de animales silvestres, aves y peces. Dicha laguna, con una extensión de un kilómetro cuadrado, está rodeada de una exuberante vegetación, incluyendo ocho especies de mangle (árboles o arbustos leñosos que crecen en manglares) de las 34 que hay en el mundo. Esta extensa vegetación está drenada por costa y humedales que nacen en el Parque Nacional Nombre de Dios.

Un plató inspirado en la cultura maya

Representada desde un punto de vista abstracto, la cultura maya cobrará un especial protagonismo en el diseño del nuevo plató de Supervivientes 2016. La escenografía dispondrá de diferentes elementos que revelarán el vínculo de esta edición con la civilización mesoamericana y que se sumarán a otros clásicos en representación del medio acuático o terrestre propios de una isla.

El decorado, de alrededor de 800 metros cuadrados de superficie y con capacidad para cerca de 400 personas, contará con una pantalla principal de 15 x 4 metros, 20 metros cuadrados de suelo de pantalla y 50 metros cuadrados de pantallas verticales.