La carrera por ser el tercer MasterChef de España ha quedado reducida a tan solo cuatro contendientes. Este martes, el programa eliminó a los dos últimos concursantes que se apearon antes de la gran final de la próxima semana.

Lidia fue la primera de ellas. La nutricionista no pudo pasar de la primera prueba realizada en plató, convirtiendo su menú ante las caras de TVE en el peor y teniendo que hacer las maletas.

Después, el programa se trasladó con los cinco restantes oponentes hasta Bilbao. Allí se dividieron en dos equipos que cocinaron en el restaurante Nerua del Guggenheim: Carlos y Sally fueron por un lado y Kevin, Andrea y Antonio por otro.

Y a pesar de la superioridad numérica, la decisión del jurado estaba clara: Carlos y Sally se convirtieron en los primeros finalistas de la tercera edición de MasterChef. Pero aún había sitio para dos más, que se lo jugarían todo en la prueba de eliminación de plató.

Aquí fue donde cayó Kevin, quinto clasificado pero no finalista. Dejó su lugar a Andrea y Antonio, que lucharán el próximo martes por la victoria contra Carlos y Sally en calidad los cuatro de finalistas.